Mario Villaseñor, de 28 años, desapareció hace un año y medio de la Comisaría de Seguridad Pública de Zumpango; había sido detenido junto con su hermano y otras dos personas quienes fueron liberadas, pero de él ya nada se supo.
Desde entonces su familia interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) por el delito de desaparición forzada, mediante la carpeta de investigación OTU/FTE/OTU/067/173702/19/06, y como resultado de esas investigaciones, la dependencia ya logró la captura de dos policías municipales que podrían estar implicados.
La noche del domingo 16 de junio, justo en el Día del Padre, él y su hermano cerraron su negocio y se trasladaron a su domicilio en el fraccionamiento Los Sauces I para celebrar, sin embargo fueron sorprendidos por policías a bordo de la patrulla municipal con número PMZ-277.
Mario y sus acompañantes fueron subidos por la fuerza a la parte trasera de la unidad y trasladados a la comandancia, ubicada en la calle Río Pachuca, en el Barrio de San Juan, acusados de haber robado equipo de radiocomunicación y armas de los uniformados.
Esa noche, sus familiares y varios vecinos trataron de impedir la detención, pero los elementos lanzaron disparos para dispersarlos.
El hermano de nombre Isaac, la mujer y el menor de edad, obtuvieron su libertad, pero hasta este día, se desconoce el paradero de Mario y la familia continúa la exigencia para saber qué fue lo que ocurrió.
Isaac ha hecho diversas declaraciones en las que relata que fue víctima de tortura por parte de los uniformados, al igual que su hermano desaparecido, de quien sólo recuerda los gritos que lanzaba desde otro punto de la comandancia a la que fueron llevados.
La Fiscalía mexiquense informó que las indagatorias permitieron establecer la probable participación de los elementos municipales Adrián Willebaldo “N” y Misael “N”, cuya captura se logró con el apoyo de la Guardia Nacional.
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