Ceder la plaza

Los recientes hechos de violencia en el estado de Tamaulipas y más concretamente en la ciudad fronteriza de Matamoros dejan muy mal paradas a las autoridades de esa entidad azotada desde hace varias décadas por el crimen organizado. Los grupos delincuenciales y uno en particular ha sentado sus reales en ese municipio y en ese estado, punto estratégico para la entrada y salida de mercancías que llegan desde Europa, así como desde la costa este de Estados Unidos.

Si el Cártel de Sinaloa presumiblemente es amo y señor de lo que ocurre en Sinaloa, en Tamaulipas el Cártel del Golfo, que nació precisamente en Matamoros, tiene el pulso y en muchos sentidos marca el destino de los ciudadanos. Ejemplo de ello es que apenas hace 10 días, las autoridades municipales y estatales solicitaron a través de sus redes sociales que los padres de familia se abstuvieran de llevar a sus hijos a la escuela por los hechos de violencia que se escenificaban en las calles de la ciudad.

Justo después de esos hechos ocurridos el 3 de marzo, el gobierno de Estados Unidos presionó muy fuerte para que México aclarara lo más pronto posible el plagio de cuatro de sus ciudadanos levantados literalmente en calles de Matamoros, levantón que fue viralizado en las mismas redes sociales, aunque al momento en que se difundió masivamente se desconocía el origen de los infortunados que eran subidos por hombres armados a una camioneta como si no se tratara de seres humanos.

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Era tal la presión que una semana después, el Cártel del Golfo entregó a los supuestos sicarios que participaron en el plagio y asesinato de dos de los cuatro estadounidenses. Se trataba de cinco hombres, atados de piernas y manos, dejados en la explanada central de la ciudad. Es decir, los “justicieros” tuvieron toda la libertad para llegar en algún vehículo, bajar a los “indisciplinados”, como ellos mismos los llamaron, los sentaron, los amarraron y se marcharon como Pedro por su casa. Ninguna autoridad municipal, estatal o federal los vio. Nadie se percató de que en el centro de Matamoros, escenario de la búsqueda intensiva de los responsables del secuestro, hombres fuera de la ley dejaban como regalo a los presuntos responsables.

El CDG, siglas del grupo armado, se permitieron dejar un mensaje escrito explicando la responsabilidad de los supuestos sicarios y disculpándose ante la ciudadanía por el proceder de aquellos. Ustedes disculpen, pues.

Lo peor del caso es que ese mismo día la Fiscalía de Justicia de Tamaulipas dio a conocer que había logrado la captura de cinco presuntos plagiarios de los ciudadanos estadounidenses y que se iniciaba proceso judicial en su contra. Aunque la dependencia no aclaró si se trataba de las mismas personas “puestas” por el CDG, las imágenes que difundió la Fiscalía, aún con los rostros distorsionados, coinciden en su vestimenta y en algunos casos con el corte de cabello con los hombres dejados en la plaza pública de Matamoros. Eso es tan solo una pequeña muestra de que se ha cedido la plaza.

REBURUJOS

La crisis por la sequía en el país pinta cada vez más grave. La ola de calor que se pronostica para los siguientes meses avizora una situación de extremo cuidado. No es un problema solo de las autoridades, nos compromete a todos a cuidar y ser responsables con el consumo, pero sobre todo con el no desperdicio del vital líquido.

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