Especialistas y estudiantes del Centro Universitario Amecameca de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) llevaron a cabo con éxito, la osteosíntesis de la escápula derecha de un equino. Esta cirugía permitió unir, mediante placas, tornillos y clavos, los fragmentos óseos del hueso fracturado y facilitar su reparación.
Óscar Daniel Ornelas Casillas, responsable del Hospital Veterinario de Grandes Especies de este campus de la Autónoma mexiquense, precisó que “generalmente, los caballos que sufren una fractura así son sacrificados. Incluso en Estados Unidos, país que cuenta con la mayor cantidad de casos documentados de este tipo, el pronóstico es pobre”.
Primera osteosíntesis en Centro Universitario Amecameca
El propietario de “Travieso”, abundó, se acercó al Centro Universitario Amecameca para que lo revisáramos. Las radiografías nos permitieron contar con un diagnóstico y platicar con él sobre la posibilidad de realizar la cirugía, que hoy es la primera de este tipo que se realiza con éxito en México.
“La fractura ocurrió poco después del destete. Normalmente, un potro se desteta a los seis meses. Una vez que lo hicieron, entró a un corral con otros potros e, incluso, algunas yeguas que continuaban amamantando y fue una de ellas la que lo pateó”, dijo.
La cirugía se llevó a cabo hace ocho meses en las instalaciones del Centro Universitario Amecameca, apenas semana y media después de la fractura. En ella participó un equipo conformado por estudiantes y egresados, liderados por el propio Óscar, experto en cirugía de tejidos blandos, y dos especialistas en ortopedia.
El experto universitario afirmó que “definitivamente, la cirugía no era nada fácil y el pronóstico no era alentador; sin embargo, el propietario confió en el equipo del Hospital y decidió darle una oportunidad a este potro. Ahora estamos muy felices con los resultados”.
A unos días de haber realizado a “Travieso” una segunda cirugía para retirarle los implantes, Ornelas Casillas sostuvo que la fractura está completamente consolidada y el potro, con una locomoción casi perfecta, va a tener una excelente calidad de vida.
Es más, adelantó, es casi seguro que este ejemplar va a retomar la actividad zootécnica a la que estaba destinado y en unos meses más lo veremos corriendo en el hipódromo.
“La evolución de ‘Travieso’ es magnífica. Está prácticamente dado de alta. Tendrá calidad de vida muy buena. Es completamente autosuficiente y puede moverse sin dolor. Por supuesto que una vez que lo demos de alta estaremos a la disposición de cualquier llamado del propietario con respecto a este paciente. La ilusión de todos los que formamos parte del equipo de trabajo que participó en su recuperación es verlo corriendo en el hipódromo”, dijo.
Óscar Ornelas aseveró que los estudiantes aprenden de estos casos desde el momento en que llega el paciente. Aprenden cómo debe ser el manejo, cómo debe ser el acercamiento para obtener un diagnóstico de los casos clínicos e incluso, los más avanzados tienen la posibilidad de realizar ultrasonidos, estudios radiográficos, canalizar, hacer sondeo nasogástrico y realizar algunas intervenciones de poco riesgo, dijo.
De este caso los estudiantes aprendieron mucho
Merari Valeria García López, recién egresada de la carrera de Médico Veterinario Zootecnista de este campus de la UAEMéx y quien, aún como alumna, participó en la cirugía de “Travieso”, indicó que de este caso los estudiantes aprendieron mucho y ahora es sumamente satisfactorio ver caminar al potro.
“Nos tocó recibir al paciente, tomarle sus datos, preparar el equipo radiográfico, pesarlo para calcular las dosis de anestesia, canalizarlo y tener preparado equipo radiográfico y el quirófano para todo el procedimiento quirúrgico. También participamos en la recuperación, la medicación y el reporte de los avances del caballo”, dijo.
El Hospital Veterinario de Grandes Especies del Centro Universitario Amecameca de la UAEMéx cuenta con área de examinación y diagnóstico, quirófano y sala de recuperación, así como el equipo necesario para hacer pruebas diagnósticas de radiología, ultrasonografía, videoendoscopía y, por supuesto, caballerizas, donde los equinos siguen con su tratamiento posquirúrgico.
SPM