Chimalhuacán, ubicado en el Estado de México, tiene una gran relevancia en su patrimonio arqueológico por los descubrimientos que han revelado información valiosa sobre su pasado prehispánico, habitada por diversos grupos, fue un sitio importante para el centro del país.
Según el Registro de Zonas Arqueológicas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el sitio se remonta al período Formativo Tardío (400 a.C.-1 d.C.) y continuó siendo ocupado hasta el Posclásico Tardío (1430-1521). La zona, habitada por diversos grupos culturales, fue un núcleo importante en la Cuenca de México.
Uno de los descubrimientos más notables es el Tecpan de Chimalhuacán, un palacio que sirvió como residencia del tlatoani y centro de actividades políticas y administrativas. Este edificio, con orientación este-oeste, consistía en una plataforma rectangular elevada que permitía a sus ocupantes observar la región y destacar su estatus social.
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Patrimonio arqueológico data de la época prehispánico
Durante exploraciones arqueológicas en las décadas de 1960 y 1970, se identificaron arranques de muros, pisos y otros elementos arquitectónicos, lo que ha permitido entender su diseño y funcionalidad.
En el sitio también se han encontrado piezas de cerámica, herramientas y restos óseos que datan de diferentes periodos históricos. Un ejemplo destacado es el “Hombre de Chimalhuacán”, cuyos restos se atribuyen a una antigüedad de más de 10,500 años. Además, se ha recuperado una defensa de mamut, datada en aproximadamente 10,000 años, lo que sitúa a la región como un área de actividad humana desde tiempos remotos.
La llegada de los chichimecas al área, alrededor del siglo XIII, marcó un hito en su desarrollo como capital acolhua. Estos grupos refundaron la ciudad y dejaron esculturas y estructuras que reflejan su sofisticación cultural. Chimalhuacán fue, junto con otras ciudades como Texcoco y Azcapotzalco, uno de los principales centros poblacionales de la Cuenca de México.
Los hallazgos en Chimalhuacán son significativos
Tras la conquista española, el Tecpan fue parcialmente destruido y sobre sus restos se construyó la Capilla de San Andrés Apóstol, considerada el primer lugar de culto cristiano en la localidad. Aunque quedan pocos vestigios de la capilla, sigue siendo un testimonio de la transición cultural en la región.
Los hallazgos en Chimalhuacán son significativos porque ilustran la evolución de la arquitectura, la organización social y las prácticas culturales en una región clave de Mesoamérica.
El INAH ha catalogado más de 100 piezas en el Museo de Sitio de Chimalhuacán, lo que permite al público conocer y valorar este legado arqueológico.
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TAR