Luis Jiménez vende alimentos en el mercado y desde hace 10 años notó que las ventas disminuyeron, principalmente las relacionadas con la cena navideña y de fin de año.
Consideró que con los años se ha perdido la tradición de cocinar en familia durante estas fechas, por lo que muchas personas prefieren comprar comida hecha o asistir a los restaurantes y plazas comerciales a comer.
“La temporada decembrina es una de las más fuertes para las ventas, pero en los últimos años hay una caída, principalmente cuando se trata de los ingredientes para la cena navideña, cada vez las personas cocinan menos en casa”.
En su puesto, las personas encuentran bacalao, camarones; chiles pasilla, mulato, secos y frutos, ingredientes que ofrece para preparar los platillos tradicionales de la época como bacalao a la vizcaína, robalo capeado o romeritos.
Aunque en el mercado, el costo de estos alimentos es menor, afirmó que muchos prefieren adquirirlos en el súper, ya sea por la desconfianza en la calidad de los productos o por el uso de tarjetas de crédito.
“Esto nos representa menos clientes, los centros comerciales y otras tiendas que tenemos cerca son la competencia directa, por eso han bajado, pero aun así es buena la época porque aumenta hasta 50 por ciento nuestro ingreso”.
Respecto a que en los hogares toluqueños la gente ya no cocina, reiteró que prefieren adquirir los platillos ya hechos o salir a comer a la calle, aunque con la pandemia hay menos dinero, recordó que en fin de año hay ingresos extras para muchos.
“Y no tiene que ser mucho más caro, incluso prefieren una pizza o un pollo rostizado, pero ya no se reúnen a preparar los platillos típicos que requieren tiempo, con esto se está perdiendo una tradición que empieza desde que vienen a elegir sus propios ingredientes”.
Por lo anterior, el entrevistado hizo un llamado a las familias a mantener las tradiciones culinarias de la época, porque no se trata solo de comer, hay que valorar la convivencia con los seres queridos.
“Que no pierdan la oportunidad de reunirse, ayudarse entre todos, enseñarle eso a las nuevas generaciones, a los más chiquitos, que aprendan a usar sus manos y a preparar las cosas, no solo abrir el refrigerador y sacar el pollo rostizado”.
DMM