Con un clamor de justicia, familia y amigos despidieron esta tarde a Lidia Sanguino en el pueblo de San Bernardino, del municipio de Texcoco.
Los pobladores tuvieron que bloquear la carretera para conseguir que su cuerpo fuera sepultado en el camposanto de esta comunidad, pues el delegado pretendía negarles un espacio.
Lidia luchó por su vida durante cuatro meses tras ser golpeada brutalmente por unos vecinos que, a decir de los lugareños, son problemáticos y podrían estar involucrados en actividades ilícitas.
El pasado 15 de noviembre, Lidia fue ingresada al Hospital de Alta Especialidad de Ixtapaluca, con su estado de salud deteriorado a causa de los golpes recibidos meses atrás.
El lunes falleció y este miércoles, con el apoyo de los vecinos y familiares, se ofició una misa y sus restos fueron trasladados al panteón para darle sepultura.
Globos y flores para despedir a Lidia en Texcoco
Sus primas, hermanos, tíos y demás asistentes portaron globos blancos y flores de colores para acompañarla a su última morada.
Los padres, visiblemente tristes, sólo exigieron justicia por la muerte de su hija Lidia, quien dejó en la orfandad a un pequeño de 11 meses de edad.
La familia vive en unas casitas provisionales, construidas con maderas y láminas a la orilla de un camino de terracería.
Los pobladores señalaron que el gobierno municipal que encabeza Sandra Luz Falcón ha sido omisoa las necesidades de mayor seguridad y dotación de servicios a los grupos más vulnerables.
Consideraron que el caso de Lidia solo es reflejo de la impunidad que prevalece en zonas marginadas, donde existen grupos de personas conflictivas como las que agredieron a la joven fallecida, que actúan bajo la protección de la policía municipal.
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Es por eso que llamaron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) para que se haga justicia y se detenga a los responsables de esta muerte.
DMM