El Hospital Nicolás San Juan volvió a ser escenario de protestas este lunes, cuando personal médico y administrativo cerró ambos sentidos de la avenida del mismo nombre. Las y los trabajadores denunciaron la falta de pagos de quincenas atrasadas, el incumplimiento del adelanto de aguinaldos y carencias graves en insumos médicos.
Protesta en el Hospital Nicolás San Juan
El bloqueo, que generó caos vial en una de las principales arterias de Toluca, evidenció nuevamente la incapacidad de las autoridades del sector salud para atender las demandas del personal.
A pesar de las minutas firmadas en mesas de trabajo con representantes del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) y del programa IMSS-Bienestar, las promesas de solución siguen sin cumplirse.
Petra Casimiro Álvarez, secretaria general de la subsección 03 del hospital, señaló que las irregularidades no solo afectan los ingresos de decenas de trabajadores, sino también la atención de los pacientes. “Nos dejaron en el limbo administrativo”, aseguró, explicando que las autoridades del ISEM y del IMSS-Bienestar se responsabilizan mutuamente por los problemas, sin ofrecer soluciones concretas.
“No tenemos a quién acudir. En el ISEM nos dicen que ya no pertenecemos a ellos, y en IMSS-Bienestar tampoco hay respuestas. Mientras tanto, seguimos sin recibir nuestros pagos ni los insumos necesarios para trabajar”.
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Acoso laboral y represalias
Las denuncias no se limitan a los atrasos salariales. Varias trabajadoras señalaron ser víctimas de hostigamiento laboral tras manifestarse por sus derechos. Erika Garduño, empleada del área de Recursos Financieros, relató que fue inhabilitada por su jefe y ha sido objeto de acoso constante.
“Me tienen congelada, no me asignan tareas y me hostigan. Esto comenzó desde que empecé a protestar por los pagos”.
Pacientes y familiares, entre la incertidumbre
Las carencias en el Hospital Nicolás San Juan también afectan a los pacientes, quienes deben enfrentar los costos de medicamentos e insumos básicos que el hospital no puede proporcionar. Durante la protesta, familiares se unieron al reclamo del personal, exigiendo a las autoridades una solución inmediata.
Francisco, cuya madre se encuentra hospitalizada, narró que ha gastado más de cinco mil pesos en medicamentos. “Nos prometieron que con el cambio habría mejor atención, pero todo ha empeorado”, declaró.
Una mujer, cuyo familiar dio a luz durante la madrugada, denunció que incluso tuvo que comprar un glucómetro y tiras para medir la glucosa. “Es indignante. Estamos pagando por cosas básicas que deberían estar garantizadas”, afirmó.
El conflicto en el Hospital Nicolás San Juan es solo un reflejo de los problemas estructurales que enfrenta el sector salud en el Estado de México. Mientras las autoridades federales y estatales continúan sin resolver la crisis, los trabajadores y pacientes siguen atrapados en un sistema que no garantiza ni derechos laborales ni una atención médica digna.
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MPH