El domingo pasado se conoció la lista final de quienes integrarán las quintetas de aspirantes a consejeros electorales y la de aspirantes a consejera presidenta. Ésta última está integrada exclusivamente con mujeres, por decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de acuerdo con el principio de paridad de género y de alternancia en los cargos públicos.
Un dato que llamó mucho la atención es que ninguno de los aspirantes está registrado en el Estado de México o ha pertenecido al IEEM. Este hecho contrasta de manera radical con la lista de nueve aspirantes que aparecen registrados por la CDMX (casi la mitad de 20), tres de Oaxaca, dos de Nuevo León y dos de Tabasco, entre otros. La entidad más poblada del país, el OPLE que dicen sus consejeros y representantes es “el mejor del país”, no aportó un solo nombre.
TE SUGERIMOS: ¿Hacia una doble elección de Estado?
Las razones son varias. Es obvio que prevaleció el centralismo tradicional, existente desde hace mucho tiempo, en las decisiones del Comité Técnico de Selección (CTS). Hay que recordar que desde que era IFE el ahora INE, el CTS y la Cámara de Diputados federal ha optado mayoritariamente por seleccionar a nacidos o residentes de la hoy CDMX. Pocas veces ha seleccionado de otras entidades. Algo similar ocurre en el IEEM: la mayoría de consejeros han sido nacidos o residentes de Toluca.
Otra causa es que el CTS, integrado mayoritariamente por gente afín a Morena, ha optado por seleccionar perfiles cercanos a ese partido, igual que antes hacían los otros CTS con los simpatizantes del PRI. Sin embargo, entre los aspirantes mexiquenses también había varios en esa condición, o dispuestos a serlo con tal de llegar al cargo, no faltaba más. Buscaron acercarse con gente de ese partido, pero fueron vistos con desconfianza.
Al parecer el factor que pesó más, en el fracaso de la mayoría de aspirantes a integrar el consejo general del INE, han sido sus antecedentes en el OPLE mexiquense, el cual no goza de buena fama por sus prácticas electorales, lejanas a la integridad. Este es un hecho que en otros momentos se ha expuesto. El IEEM que sus defensores presumen como “el mejor del país” es el de más presupuesto y mejores instalaciones, pero no el más prestigiado.
TE SUGERIMOS: Las instituciones al servicio del poder
No es la primera vez que esto ocurre. Muchos han intentado ser consejeros generales del INE, por ejemplo, Álvaro Arreola, Juan C. Villarreal, Natalia Pérez, Palmira Tapia, Saúl Mandujano, Sayonara Flores y Sandra López, entre otros, además de varios funcionarios del IEEM. Algunos han fracasado en el examen o ensayo. En otros que han llegado a la entrevista ha pesado su actuación como árbitros electorales, que ha sido muy cuestionable.
Aunque las consejerías y las representaciones partidarias viven una realidad alterna respecto al IEEM, esto no les sucede a todos. Aunque ya se sabía desde antes, las elecciones de 2017 y otras han mostrado el verdadero rostro del OPLE mexiquense, en términos de simulación y opacidad de sus consejeros. Seguramente esto pesó en las decisiones en el CTS para excluirlos.
Por eso es un buen momento para que quienes ocupan las consejerías del IEEM hagan autocrítica de su gestión como árbitros, si quieren llegar al INE. Los próximos comicios requieren de su actuación imparcial, que hasta ahora la mayoría no ha tenido. Históricamente los consejeros independientes han sido raros, porque las estructuras del IEEM están unidas a las de gobierno. Ya es hora de separarlas. No se puede ser juez y parte.
SPM