De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2018 (el más reciente estudio), en el Estado de México había más de 17 millones 427 mil personas, de las cuales el 42.7 por ciento se encontraban en pobreza, el 37.8 por ciento en pobreza moderada y 4.9 por ciento en extrema.
La población vulnerable por carencias era de 28.1 por ciento y por ingresos 8.7 por ciento.
En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que el ingreso laboral per cápita real disminuyó 3.5 por ciento entre el cuarto trimestre de 2019 y el cuarto trimestre de 2020, al pasar de mil 720.85 a mil 659.94 pesos constantes.
El ingreso laboral per cápita real aumentó 11.1 por ciento del tercer trimestre de 2020 al cuarto trimestre del mismo año, al pasar de mil 494.13 a mil 659.94 pesos constantes.
En el cuarto trimestre de 2020, el ingreso laboral per cápita real era mayor que el registrado en el cuarto trimestre de 2014, pero menor que en el mismo periodo de 2007.
“Cifras como estas indican que la pandemia fue un factor fundamental que deja al descubierto el nivel de pobreza y marginación que se vive en el Estado de México desde hace un par de años pero que se acentuó con la llegada de este virus y todo lo que trajo consigo”.
Economista Gabriela Morales.
Consideró que esta condición no se revertirá en el corto plazo y tanto las autoridades, como las instituciones públicas y privadas serán fundamentales para poder reducir estos índices de pobreza y pobreza extrema que están lastimando cada día a más personas.
“El problema es que no hay trabajo”
Fabiola, originaria de San Cristóbal Huichochitlan, en Toluca, es una de muchas personas que van al día y tienen que salir a trabajar sin importar su estado de salud o el clima porque si no lo hacen carecerá de un ingreso económico para el sustento de su familia.
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Ella tiene 25 años y desde septiembre de 2020 se quedó sin empleo a causa de la pandemia; trabajaba en una papelería, pero el negocio cerró porque disminuyeron sus ventas.
Junto con su familia, integrada por dos hermanos más y sus papás, cocinan los panqués que venden en diferentes puntos de la capital mexiquense.
Cuestan 12 pesos y de este pequeño negocio subsisten, pero tiene que vender por lo menos 25 para recuperar su inversión, adquirir los ingredientes de los panecillos que hará para el día siguiente y poder llevar comida a su mesa.
“No ha sido fácil porque la gente tampoco tiene mucho dinero para comprar y el problema es que no hay trabajo y haciendo esto también tengo oportunidad de ayudar en la casa y ver a mis papás”.
Aunque nadie de sus parientes se ha contagiado de Covid-19, el miedo existe entre todos porque no hay dinero para medicinas, así que tratan de cuidarse lo más posible para poder seguir trabajando y generando recursos que les permitan salir adelante.
En Edomex, están sin alimento 2.4 millones
La pandemia agudizó los problemas de pobreza que ya enfrentaba el Estado de México y según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), también trajo consigo un aumento de entre 8.9 y 9.8 millones de mexicanos con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos por la crisis de Covid-19.
La pobreza alimentaria también creció alrededor de 600 mil personas, pues según el Banco de Alimentos, en la entidad antes de la pandemia había cerca de un millón 800 mil personas en esta condición, cifra que a la fecha se estima es de 2.4 millones de mexiquenses.
Los municipios más pobres
Los municipios con más pobreza alimentaria son los ubicados en el oriente del estado y en el sur; sin embargo, no en todos se puede ayudar, pues los donativos no son suficientes, informó Alberto Canul Juárez, director de esta institución de beneficencia privada.
Valle de Chalco, Chalco y Los Reyes La Paz, son algunos de los que se están atendiendo en la zona oriente, aunque en realidad son muchos más los que requieren apoyo.
A la zona mazahua también se le está apoyando, dijo, y es que las zonas rurales requieren mucha atención, tal es el caso de Temoaya, San Felipe del Progreso, San José del Rincón y algunos otros de zonas cercanas como Villa Victoria, Villa Cuauhtémoc y Almoloya de Juárez, por mencionar algunos.
“Las necesidades son muchas y la pobreza alimentaria crece cada día más… ojalá fuéramos más los que apoyáramos porque la pandemia y el encarecimiento de muchos productos básicos han hecho que las solicitudes que tenemos hayan crecido de manera importante”.
De acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) México se encuentra muy lejos de la Meta Hambre Cero y es que el número de personas que están mal alimentados sufrió un incremento importante a consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Más de 7% de población es pobre
Se habla de que entre el 2004 y 2006 la subalimentación se encontraba en el 4.4 por ciento de la población, lo que significaba un total de 4.7 millones de personas; mientras entre el 2018 y 2020 esta condición llegó a 9.2 millones de personas que es cerca del 7.2 por ciento de la población.
En seguridad alimentaria -que es tener comida disponible- en dos años el porcentaje subió en 68 por ciento, es decir que se ubica actualmente en 5.8 por ciento que significan 7.4 millones de personas.
ASME
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