Ya te gané una vez por casi el doble de votos, ahora lo volveré a hacer, reviró Delfina Gómez a la denuncia de Alejandra del Moral de un presunto canicidio durante la administración municipal de la texocacana. “Debe ser terrible la frustración de saber que no has avanzado ni un punto y que te has quedado sin recursos, te has quedado sola”, le dijo; la priista no perdió la oportunidad: “Qué bueno que ya te animaste a debatir. No te enojes Delfina, enójate con quienes te mienten. Ya perdiste una vez y volverás a perder”, le contestó.
Ese fue el único momento de un incipiente debate que no logró prender a los oyentes, celebrado ayer en la Sala de Consejo del Instituto Electoral del Estado de México.
Pero vamos por partes. Casi dos horas antes de iniciar el debate entre las candidatas a la gubernatura del Estado de México, la entrada del Instituto Electoral de la entidad (IEEM) fue literalmente tomada por grupos afines a Morena. Eran pocos, pero allí estaban los colectivos “No al Tarifazo”, el grupo de mujeres que propugnan por la legalización del aborto, militantes del Partido del Trabajo que luchan desde hace cuatro por la democratización y el salvamento del ISSEMYM, entre otros.
Rodeados de elementos de seguridad, una pantalla gigante y bocinas donde vieron el debate bajo la lluvia que no paró toda la noche, mujeres, hombres, adultos mayores, adolescentes y niños escucharon por igual las propuestas de ambas candidatas. Abuchearon, aplaudieron, gritaron e incluso bailaron en el lugar.
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Faltaban doce minutos para las 20:00 horas y Delfina Gómez llegó a las instalaciones del Instituto Electoral del Estado de México; ante la insistencia de los medios, bajó el vidrio de la camioneta y los atendió por breves minutos. Agradeció su presencia y reconoció la presencia de los militantes que fueron a apoyarla.
“Yo también estoy en contra del aumento a las tarifas, en alusión a la presencia del colectivo “No al Tarifazo” y reiteró que desde ahora están analizando a conciencia el tema del ISSEMyM. Pocas palabras, mucha amabilidad.
A las 19:57 horas llegó la candidata de la coalición “Va por el Estado de México”, toda sonrisas, pero quizá por la premura del tiempo, no atendió a los medios de comunicación. Entró directamente, porque ya se le hacía tarde.
En punto de las 20 :00 horas, con mucha presencia, Ginarely Valencia, la moderadora, inició la transformación.
Resaltó que el formato y el contenido fue definido por los representantes de los partidos al interior del Comité Encargado de la Organización de los Debates.
Al principio, ambas candidatas estaban nerviosas, pero Alejandra inició su intervención con un tema que ha sido reiterativo en sus mítines y reuniones. El hecho de que a su juicio Morena representa a un cambio que destruye, mientras que ella representa al cambio que construye hacía el futuro. “Nos mueve el amor, a ellos el odio, el rencor”, dijo.
La respuesta en su primera participación de Delfina Gómez fue mesurada, lejos de engancharse en la provocación, aseguró que se trata de una elección histórica, en la que los mexiquenses ya decidieron el cambio. Dijo que lo primero es escuchar al pueblo, para fortalecer el trabajo en equipo.
En el tema de seguridad, Alejandra del Moral tuvo que reconocer que el fenómeno ya rebasó la capacidad del gobierno, pero aseguró que tiene el carácter y la energía y se considera una mujer valiente.
Delfina respondió con un golpe directo a las raíces de su opositora, porque explicó que es un tema que le llena de dolor e impotencia, porque es reflejo de quienes han gobernado al estado.
Pero también metió otro gol cuando habló de la atención a los grupos LGBTTTIQ+.
Al final de cuentas, un debate que no fue, una oportunidad que se perdió de contrastar propuestas. Ambas candidatas llegaron a esta reunión con la intención de no hacerse daño. Alejandra del Moral perdió, quizá, la última oportunidad de sacar de quicio a su contrincante y aprovechar ese momento. Y es que Delfina no se apartó en ningún momento del librito que le prepararon sus asesores. Actuó con fría inteligencia y jamás se prestó a la discusión. Rehuyó hasta la pregunta que le lanzó Alejandra: “¿respetarás el resultado de las elecciones?”.
Una última escena parece decirnos que todo está definido. En un balcón Delfina, arropada por Horacio Duarte, Higinio Martínez y José Couttolenc, escuchaban los gritos de: ¡Gobernadora, gobernadora, gobernadora! que surgían de las gargantas de un centenar de militantes. Sola, Alejandra del Moral emprendía la graciosa huida de las instalaciones de IEEM.
TAR