El viernes pasado, un joven murió al caerle encima una barda de “La vecindad del hoyo”, un inmueble del siglo XIX ubicado en el municipio de Toluca, que tenía cerca de cien años de no recibir restauración ni mantenimiento, a pesar de su importancia arquitectónica e histórica.
Éste no es el único inmueble antiguo de Toluca que, al estar tan descuidado, representa un peligro para la población. El año pasado la coordinación de Protección Civil del municipio advirtió que había por lo menos cuatro en riesgo de colapsar.
Entre ellos se encuentra la antigua Casa 40, ubicada en la avenida Lerdo de Tejada, en el Centro Histórico. En agosto del 2021, gran parte de su fachada se desplomó y hasta el día de hoy, el resto se mantiene detenido con apoyo de vigas.
Al dar un recorrido por la ciudad, el equipo de La Jornada Estado de México pudo percatarse que hay por lo menos cinco casas antiguas protegidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que datan del siglo XIX, y que lucen en abandono. Éstas se ubican en la colonia Santa Clara, barrio de San Sebastián y en la zona centro.
A esto se suman aquellas construcciones que se convirtieron en estacionamiento y lo único que queda de ellas es la belleza de su fachada, por ejemplo la de la calle Villada.
Actualmente hay 347 construcciones de Toluca dentro del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles del INAH. Además 132 inmuebles históricos fueron integrados en el Atlas de Riesgo del municipio como “agentes afectables”.
La arquitecta Susana Bianconi explicó que muchas de las casonas antiguas son propiedad privada, y su manutención y restauración puede resultar muy costosa para los propietarios, que además requieren solicitar un permiso al INAH si desean hacer cualquier intervención, pero sin recibir ningún apoyo económico de este instituto.
“Es una herencia no valorada, una propiedad tan exquisita que ha sido heredada de unos a otros y en algunos casos nadie le ha metido un peso. El arco que cayó (de la Vecindad del Hoyo) era fruto de una restauración que hizo el arquitecto Barbabosa hace unos cien años”, dijo.
De acuerdo con otros especialistas, heredar este tipo de inmuebles pueden ser una verdadera desgracia, pues su restauración cuesta millones de pesos y aunque sus bardas estén a punto de colapsar no pueden tirarlas con sus propios medios, pues se tendrían que enfrentar con el área jurídica del INAH.
Susana Bianconi insistió en la necesidad de restaurar estos edificios para evitar una tragedia como la ocurrida en la Vecindad del Hoyo y lamentó que hasta ahora no exista una política pública para rescatarlos y conservarlos.
La “vecindad del hoyo” se ha puesto en venta en varios sitios electrónicos.
La vecindad del Hoyo
El sobrenombre que se le dio al inmueble histórico ubicado entre las calles Humboldt y León Guzmán en el municipio de Toluca se debe a que en algún momento fue una vecindad que tenía un patio hundido.
La arquitecta Susana Bianconi relató que anteriormente, en ese predio se extraía tierra para construir tabiques y con el tiempo se construyó el edificio, que posiblemente fue habitado por gente adinerada y posteriormente, convertido en un vecindario.
Platicó que durante algunos años, las inmediaciones del inmueble fueron un punto de reunión de las mujeres trans, conocidas popularmente como Las Famosas de Humboldt, incluso una de sus integrantes ha relatado que llegó a vivir en ese lugar.
Especialistas y estudiantes han creado proyectos para rescatar este lugar. Incluso la misma Susana Bianconi, ha propuesto la creación de la “La Casa del Poeta” en este sitio. Ninguno se ha concretado.
“Hubo una generación que si valoraba la arquitectura nativa, vernácula, de adobe y que puede durar años, siempre y cuando se cuide y se restaure”, dijo.