Hoy se celebra el Día internacional del gato y es una fecha curiosa, ya que está relacionada con la familia Clinton.
Resulta que en 1991 la hija del presidente de los Estados Unidos en aquel momento, Bill Clinton, adoptó un gato al que llamo “Socks”, el minino se hizo rápidamente muy popular en el país y se convirtió en una especie de mascota muy apreciada por la sociedad estadounidense.
Socks, el gato de los Clinton que inspiró la celebración del #DiaInternacionalDelGato ????????
— Entre maullidos???? y libros???? (@UnGatoLetrado) February 20, 2022
Chelsea, la hija del expresidente Bill Clinton, lo adoptó en la década de los 90.
De callejero pasó a ser la mascota de la Casa Blanca.
Murió el 20 de febrero de 2009, con 20 años. pic.twitter.com/OGvOVBuLBR
Tristemente, “Socks” se enfermó de cáncer y, para que no sufriera más, los Clinton decidieron dormirlo el 20 de febrero de 2009, falleciendo ese día.
Día Internacional del gato
Por este motivo, los internautas y seguidores de este querido felino, decidieron declarar el 20 de febrero como Día Internacional del gato, en su honor.
Si eres tú eres muy fan de los gatos, probablemente ya sepas que además del 20 de febrero, hay otros dos días en el año dedicados a ellos como: el 8 de agosto y el 29 de octubre.
El hecho de que cuenten con hasta tres días en su honor, es solo una de las pistas que nos hacen entender la importancia de los gatos en nuestra sociedad.
Y es que, en la actualidad, se estima que la población de estos felinos domésticos ya supera los quinientos millones a nivel mundial.
Curiosidades de un felino
Además, sus peculiaridades y curiosidades los hacen animales únicos y adorables y aquí te contamos algunas de las más llamativas:
– Además de un gran olfato, los gatos tienen mucho oído, sus orejas funcionan como si fueran antenas parabólicas, ya que pueden girarlas hasta 180º en la dirección de la fuente de sonido.
-En el antiguo Egipto , los gatos eran una especie adorada y muy apreciada porque se ocupaban de acabar con las ratas.
En esos entonces raptar o vender un gato podía ser penado hasta con la muerte.
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