DART, la misión histórica de la NASA

Acorde al plan, la sonda DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA impactó el asteroide Dimorphos, localizado a 11 millones de kilómetros de la Tierra.

En un diámetro de casi un kilómetro, en una prueba para comprobar si este método es útil para desviar futuros posibles asteroides que signifiquen un peligro para la vida en el planeta.

En punto de las 18:14 horas, tiempo del centro de México, la sonda que viajaba a más de 6 kilómetros por segundo impactó la “pequeña” luna (del tamaño de un estadio) de un asteroide mayor, Didymos, para probar si la técnica de “desviación de impacto cinético” es capaz de modificar su órbita.

La misión tuvo como objetivo generar un pequeño, pero suficiente impacto para dicha modificación, mas no tenía como meta destruirlo.

Análisis en los próximos días desde telescopios terrestres permitirá a los científicos conocer qué tan significativo fue el impacto.

“La ciencia inicia ahora”, señalaron los científicos durante la transmisión en vivo de la NASA.

Minutos antes del impacto y desde su cámara DRACO, la sonda avistó su objetivo y transmitió “en vivo” –la señal de regreso a la NASA desde tal distancia tardó 38 segundos– el acercamiento que pudo presenciarse hasta el momento del impacto.

“Ha sido una misión éxitosa en su primera etapa del primer proyecto de defensa planetaria”, dijo en un mensaje el ex astronauta y actual director de la NASA, Bill Nelson. Añadió que detrás la misión, liderada por la Universidad Johns Hopkins y que contó con una colaboración internacional, hay mucha innovación y creatividad. DART “nos enseñará un día cómo proteger a nuestro propio planeta de un asteroide que signifique un riesgo (…) Hemos mostrado que la defensa planetaria es un esfuerzo global y es posible para salvar nuestro planeta”.

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El objetivo de DART

Dart fue una nave espacial enfocada y diseñada para dirigirse a sí misma para impactar, a aproximadamente a 6,15 kilómetros por segundo la “pequeña” luna Dimorphos (en griego, “dos formas”), que orbita un asteroide más grande llamado Didymos (en griego, “gemelo”)

Análisis posteriores de la misión señalarán si la colisión provocada por DART es un método efectivo para desviar un asteroide.

De acuerdo con la NASA este sistema de asteroides es un campo de pruebas perfecto para ver si estrellar intencionalmente una nave espacial contra un asteroide es una forma efectiva de cambiar su curso.

En caso de que se descubra un asteroide que amenaza la Tierra en el futuro.

Este método, llamado “desviación de impacto cinético”, es sólo una de las varias formas propuestas para redirigir asteroides potencialmente peligrosos, pero es el que actualmente se evalúa como el tecnológicamente más maduro, refiere la agencia espacial.

DART golpeó a Dimorphos casi de frente, con suficiente energía para dejar un cráter de impacto

Pero no lo suficiente como para destruir el asteroide, y así expulsarlo de su órbita alrededor de Didymos o cambiar notablemente la órbita de la pareja alrededor del Sol.

Los científicos estiman que la colisión acortará el período orbital de Dimorphos en varios minutos. 

Las observaciones telescópicas en las semanas posteriores, desde Tierra, confirmarán que DART cambió el período orbital de Dimorphos y revelarán exactamente cuánto.

La elección de un objetivo de asteroide binario para esta demostración aprovecha el hecho de que los cambios en la órbita del asteroide más pequeño alrededor de su compañero más grande se pueden medir más fácilmente que los cambios en la órbita de un solo asteroide alrededor del Sol.

Antes del impacto, Mallory DeCoster, investigadora de la misión refirió que hay mucho que aprender de esta misión y su impacto.

“DART es tanto una demostración de tecnología, así como un gran experimento científicos”, dijo minutos antes, durante la transmisión en vivo de la NASA. “Por un parte, probó tecnología nueva que permitió realizar una navegación autónoma, teniendo en cuenta que se encontraba muy lejos de la Tierra”.

Desde la perspectiva científica, añadió, se trata del experimento de impacto entre los más largos y rápidos que la humanidad ha hecho, “algo que jamás se habría logrado en el laboratorio”.

De esta forma, los científicos conocerán mejor cómo es que este tipo de asteroides responden a un impacto como el ocurrido en esta misión histórica.