Hace cuatro años, Luis Ángel Romero tomó la decisión de crear satélites enlatados. Aunque en Toluca no existe la carrera de Ingeniería Aeroespacial y por circunstancias familiares, no podía irse a estudiar a otra ciudad; la imaginación, el empeño y las ganas de conquistar las estrellas, lo llevaron a crear oportunidades.
Durante una plática con Angélica, su compañera de proyectos, nació la idea de conseguir conocimientos y más alumnos de la Universidad Autonóma del Estado de México que se sumarán a romper paradigmas.
Así nació la Sociedad Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería de la UAEMex, que hoy cuenta con 36 integrantes y están a punto de irse a su primera competencia internacional.
Jóvenes crean satélites enlatados
Los integrantes de la SAFI han fabricado satélites enlatados, que son dispositivos que se almacenan dentro de un contenedor del tamaño de una lata de refresco de 650 mililitros.
Estos permiten simular las funciones de un satélite, como la obtención de datos atmosféricos, ambientales y la captura de imágenes, información que son transmitida a una estación terrestre.
También, han trabajado con cohetes experimentales, que son a escala y tienen como objetivo el llegar a una altitud determinada y aterrizar de manera segura con un sistema de recuperación, es decir, un paracaídas.
Estos cohetes también pueden recolectar datos ambientales y llevar dentro del mismo una carga útil, que puede ser un satélite enlatado.
Para su fabricación, es necesario el uso de materiales resistentes que puedan soportar ambientes extremos, como la temperatura y la altura.
El límite son las estrellas
Sumando el talento de estudiantes de distintas carreras como Ingenierías, Derecho, Economía, entre otras, las manos se han puesto a la obra, los satélites en órbita y las ganas de poner en alto a Toluca en el ramo aeroespacial, en vuelo.
Con satélites enlatados que miden presión atmosférica, la temperatura del aire, geolocalización, altitud y orientación del mismo, además de transmitirlos en tiempo real, este capítulo estudiantil universitario está listo para despegar hacia el CanSat Campetition que se llevará a cabo del 8 al 11 de junio en Virginia, Estados Unidos.
En esta competencia, serán observados por investigadores de la la NASA, que es la Agencia Espacial de Estados Unidos.
Para solventar los gastos del viaje a la competencia necesitan 150 mil pesos, por lo que piden no sólo donaciones, sino también patrocinadores, pues todo lo que usan lo autogestionan, desde alambres hasta fuselaje, por lo que también venden astronautas y abejas de crochet y dulces, además de que botean en el centro de Toluca.
“Este capítulo surge por la necesidad de acercar a los jóvenes a estas ciencias ya que vimos que no había una carrera en específico que se dedicara a esto, entonces nos dedicamos a la divulgación de la ciencia dando conferencias, talleres, asistiendo a escuelas, a preparatorias, primarias”, comentó Mónica.
Pero no es fácil, además de la divulgación de ciencia, hacer astronautas y abejas de crochet, venden dulces y botean para poder sufragar todos los gastos que conlleva hacer satélites funcionales desde cero. No es sencillo, lo aseguran, aunque es apasionante.
Por si fuera poco, además de autogestionar el conocimiento necesario para construir los artefactos espaciales y los insumos, también destacan en sus carreras universitarias.
“Hay que buscar las cosas, a veces llegan las oportunidades y muchas veces no es lo que uno espera y de repente las deja ir… yo entré aquí porque un día escuché a mis compañeros hablando de esto, me platicaron, me dijeron ‘¿quieres entrar? Y dije que sí. Si las oportunidades no están, hay que crearlas”, añadió Edson Elías.
Desde noviembre comenzaron a trabajar en los satélites con los que competirán y aún están en vías de materializarlos.
“Es un trabajo en equipo, no es como que una sola carrera pueda hacerlo, necesitas gente de varias carreras, necesitas ingenieros mecánicos diseñando los motores, ingenieros en informática y computación diseñando el trayecto de vuelo, la estación terrena. Realmente es un trabajo multidisciplinario tanto desde la parte técnica como más allá de”, comentó Luis Ángel.
Muchas veces, los patrocinadores no les dan dinero sino materiales y software que les permiten tener un punto de partida y comenzar con el diseño de chips y el fuselaje.
Además, buscan participar en el Latin American Space Challenge, que se llevará a cabo en São Paolo, Brasil, donde se desafía a los equipos participantes a diseñar, simular y lanzar cohetes, entregando reportes de avance, encuentro donde participarán con la siguiente versión de su cohete, el “XITZIN-II”, entrando en la categoría de tres kilómetros.
Para apoyar a los y las estudiantes sólo es necesario buscar a la Sociedad Aeroespacial de la Facultad de Ingeniera en redes sociales porque para ellos el cielo ya no es el límite, “el límite son las estrellas”.
SPM