El pasado sábado 10 de junio tuve el gusto de honrar una invitación realizada por la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México y asistir con un grupo de personas amantes de los libros a darnos una vuelta por el Fondo Reservado de la Biblioteca Pública Central Estatal y nos llevamos muchas sorpresas maravillosas.
Cabe mencionar que esta visita tuvo la intención de compartir con personas de la sociedad civil la posibilidad de acceder a un espacio del que poco se conoce y que en la actualidad tiene la responsabilidad de resguardar, conservar y proteger más de 3 mil libros históricos, producto de donaciones y adquisiciones que han robustecido este acervo.
Ahí nos encontramos con la amable presencia de la Lic. María de los Ángeles Garza Tapia, quién se asume como bibliotecaria de corazón, con una licenciatura en historia y quien con una actitud amigable y generosa compartió con nosotros los secretos que se ocultan tras los estantes cercanos a las faldas del Nevado de Toluca. Si bien es cierto, que gran parte del acervo pertenece evidentemente a temas teológicos o jurídicos, que pertenecieron a bibliotecas conventuales del Valle de Toluca. También nos encontramos con obras nacidas en los albores de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, las cuales compiten por la atención de los visitantes que armados con guantes de látex y cubrebocas saben que están acariciando al pasado en cada momento que tocan las páginas de las Biblias, libros de botánica, libros de Poética Española y hasta revistas y figurines de la época porfiriana, que detallan a manera de crónica, la Moda elegante, periódico para las familias que nos dejó maravillados por la viveza de los pigmentos utilizados para mostrar los diseños.
Con rostros de asombro escuchamos a “Angelita”, – como me atreví a llamar a esta mujer amante de los libros, – quién armada de una licenciatura en historia y más de 29 años de experiencia en Bibliotecas, nos guía cuál Beatriz en la Divina Comedia, por este paraíso, al que no estoy segura que tengamos derecho, pero sí un pase VIP, pues con todo el conocimiento bajo el brazo, nos cuenta hechos particulares de las obras consideradas “las joyas de la corona”, tales como una pequeña biblia del año mil quinientos y tantos, que aún muestra los herrajes que la protegían y la “marca de fuego” de sus propietarios.
Acariciamos con sumo cuidado hojas realizadas en pulpa de madera, papel de trapo, lino, cáñamo hasta llegar a nuestros días. Nos encontramos con “La Biblia Políglota” de una exuberante belleza, que incita a la lujuria de acariciarla y que se encuentra escrita en latín, hebreo y griego.
Mantener estas obras en condiciones óptimas requiere de un cuidado y limpieza especiales y aunque no se cuenta con cámaras de aire acondicionado, el clima del Valle de Toluca ha sido benevolente, como si supiera que depende de sí la posibilidad de mantener con vida a todos estos héroes que nos cuentan sin recovecos, ni amarillismos quiénes fuimos y nos dan luz sobre quienes somos y seremos.
Sorprende la pasión con la que nuestra acompañante nos va llevando y nos explica como si fuera la primera vez que mira con ojitos inquisitivos y emocionados lo que nos muestra. Me confiesa que el amor por la historia le fue inoculado por su profesor de “Revolución Mexicana” Alejandro Contla Carmona, y desde entonces supo que admiraría para siempre al “Caudillo del Sur” Emiliano Zapata.
“Poner al servicio de las personas el acervo que es histórico, que las personas lo conozcan, ver sus expresiones maravilladas y saber que se llevan un conocimiento nuevo”, son algunas de las cosas que nuestra guía identifica como lo más bonito de su trabajo.
Sobre las frustraciones dijo: “son gajes del oficio”, con la pasión y la sonrisa que le ilumina la mirada mientras nos invita a regresar sin quejas de por medio y con la convicción de que es un deleite hacer lo que hace.Le agradezco y le prometo difundir. Aquí estoy, cumpliendo la palabra empeñada. Para saber más del Fondo Reservado Bibliográfico, conocer el inventario o solicitar una visita guiada, se puede hacer contacto al número telefónico de la Biblioteca Pública Central Estatal, 722-274-5922, o acudir directamente a sus instalaciones en el interior del Centro Cultural Mexiquense.
TAR