Empresarios y líderes restauranteros del Estado de México y Ciudad de México hicieron un llamado a las autoridades a través de una carta abierta, para ser considerados actividad esencial y que se les permita volver a abrir, pues ya no pueden más y se están extinguiendo poco a poco, además de que miles de familias que dependen de esta industria se están quedando sin ingresos.
En el documento aseguran que, a pesar de ser parte esencial de la economía de México, los restaurantes están en peligro de desaparecer ya que desde el inicio de la pandemia en la Zona Metropolitana del Valle de México se han cerrado 13 mil 500 establecimientos y sólo en el Estado de México se tenían registrados 70 mil restaurantes, generando 340 mil empleos directos y hasta el momento han cerrado definitivamente 10 mil unidades, con una pérdida de al menos 50 mil empleos directos.
Aseguran que este segundo cierre por semáforo rojo es completamente distinto al primero, pues actualmente los restaurantes ya acabaron con sus ahorros y parte de estos fueron utilizados para adecuar los negocios con medidas sanitarias y de protección para los colaboradores, proveedores y clientes.
Además, la gracia con acreedores se ha terminado y deben seguir pagando impuestos, licencias, servicios y con las puertas cerradas es imposible, ya no sólo pagar las deudas, sino sobrevivir.
El desempleo también es preocupante, resaltaron, pues a nivel nacional la industria genera 5.6 millones de empleos directos e indirectos y calcularon que a finales de año ya se habían perdido 450 mil en el país.
Tan solo el anuncio del cierre de establecimientos por tres semanas provocó un incremento del 10 por ciento de empleos perdidos a los ya registrados.
Recalcaron que no se puede seguir castigando a la economía formal a costa de la falta de control de otras actividades, pues son las fiestas y eventos privados e incluso el comercio informal los que han generado los incrementos de contagios.
Además, no han recibido apoyos de ningún tipo, siendo que en todo el mundo se han dado prórrogas para el pago de impuestos y servicios, apoyo para negociar con proveedores e incluso subsidios al desempleo.
El retorno a una normalidad aún se ve lejano, aseguraron, por eso es urgente emprender estrategias que definan la forma de operar los restaurantes aún en semáforo rojo.
“Se trata de proteger la economía y la salud de manera equilibrada”.
ASME
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