El huracán Iota se ha debilitado hasta convertirse en una tormenta tropical. Hasta el momento seis personas han fallecido en Nicaragua y una en Honduras tras su paso por Centroamérica.
En este momento se ubica en Honduras y avanza, a una velocidad de 19 kilómetros por hora, hacia El Salvador y Guatemala.
En Honduras continúan evacuando a familias que se encuentran en zonas de peligro. Los meteorólogos esperan que sea una depresión cuando llegue a El Salvador y Guatemala, por lo que han pedido a la población que se mantenga alerta y que sigan las recomendaciones.
A su paso por Honduras Iota dejo un muerto, siete heridos y crecida de ríos, tramos de carretera afectados, puentes debilitados, caída de árboles y cortes de energía eléctrica, además de daños materiales en innumerables viviendas.
Al menos 16 personas murieron debido a un derrumbe en una zona del norte de Nicaragua afectada por severas lluvias y deslizamientos de tierra causados por el paso devastador del huracán Iota.
Iota azotó el Caribe norte de Nicaragua como un huracán de categoría 4 provocando la destrucción de viviendas, derrumbes y desbordes de ríos. El gobierno había informado el martes la muerte de seis personas, incluidos dos niños
El gobierno de Estados Unidos anunció que destinó 17 millones de dólares en asistencia humanitaria para ayudar a los afectados en Guatemala, Honduras y Nicaragua por el huracán Iota y el huracán Eta -que castigó a la región hace dos semanas-, según un comunicado oficial emitido en Washington.
La evolución de Iota
Tras perder intensidad, Iota avanzaba tierra adentro por el norte de Nicaragua y el sur de Honduras el martes en la noche convertida en tormenta tropical, pero los meteorólogos advirtieron que sus intensas lluvias siguen suponiendo riesgo de inundaciones y deslaves.
Tenía vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora (40 millas por hora) y se movía en dirección oeste a 19 km/h (12 mph)-
La tormenta pasó a unos 25 kilómetros (40 millas) al sur-suroeste de la capital de Honduras, Tegucigalpa, donde el caudal de los ríos aumentó y se espera que las lluvias se intensifiquen.
En la montañosa ciudad los residentes de las zonas bajas, con tendencia a anegarse, evacuaron como medida preventiva al igual que los de los vecindarios vulnerables a los deslaves.
Unas 40.000 personas de esa zona tuvieron que dejar sus casas en tierras bajas y próximas a ríos y al mar y se refugiaron en albergues, pero otros seguían varados cerca de la frontera con Nicaragua. Algunos fueron rescatados por las autoridades nicaragüenses, añadió.
ASME
Deja una respuesta