Cuando pensamos que no podía sorprendernos más, de nuevo el presidente Andrés Manuel López Obrador saca un nuevo recurso de su chistera para mantener fija la atención de la población sobre su persona.
Hace una semana se refirió a los militantes de su partido que eventualmente podrían convertirse en candidatos a la presidencia de la República en 2024. La lista la encabezan, no podía ser de otra forma, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y el canciller, Marcelo Ebrard.
A ellos, sumó ahora a la titular de la Secretaría de Economía, Tatiana Clouthier y metió, además, al embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, y al representante de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente.
“Ya no hay tapados, yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo”. Así se refirió ayer el presidente de la República al proceso de selección del candidato de la 4T a la presidencia de la República para 2024.
El presidente de la República suele ser muy transparente en sus decisiones y en sus acciones. Así lo ha mostrado durante muchos años.
Por eso no sorprende su evidente inclinación hacia la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum. El más reciente movimiento en esta dirección ocurrió cuando Martí Batres fue designado secretario general de Gobierno de la CDMX.
A AMLO le gusta el juego de la política y le gusta jugar con los políticos. Le agrada sobremanera ser el centro de atención. Por eso desde ahora, faltando casi tres años para la sucesión presidencial, decidió abrir el juego al interior de su partido.
Con todo y que eso, representa evidente riesgo para su proyecto personal y para las intenciones de quienes forman parte de su equipo de trabajo y tienen aspiraciones para convertirse en candidatos, porque se le puede salir de control.
Le tomé la palabra al presidente, dijo un eufórico Marcelo Ebrard, al anunciar que sí, que el va por la candidatura desde el Movimiento de Regeneración Nacional. Dijo que no descuidará su trabajo, ni sus colaboradores se distraerán con esta idea en la cabeza, algo que no es muy creíble. Claudia Sheinbaum, más cauta, dijo que una encuesta podría resolver este problema.
En el Estado de México, el presidente del Consejo Estatal de Morena, Maurilio Hernández González, actuó a su vez como destapador y reveló los nombres que están en boca de todos los politólogos: el senador Higinio Martínez Miranda; el titular de las Aduanas, Horacio Duarte Olivares, y la titular de Educación, Pública, Delfina Gómez Álvarez, como los prospectos para obtener la candidatura a la gubernatura.
Desde hace tres años, al menos, los nombres de estos personajes están en la palestra política. En torno a ellos hay ejes comunes: los tres forman parte del Grupo de Acción Política; los tres nacieron en Texcoco y, tanto Delfina como Horacio, son hechura del senador, se han formado bajo su égida y responden a sus intereses. Así que, cualquiera de los tres que resulte ser el candidato, el obvio ganador será Martínez Miranda.
ASME
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