Grandes baches, una cinta asfáltica deteriorada por el paso constante de tractocamiones, pipas y otras unidades de carga; transeúntes que no utilizan los puentes peatonales y unidades de transporte público que hacen base en pleno arroyo vehicular y en los entronques, así es el principal acceso oriente del Estado de México a la capital del país: El Distribuidor vial “La Concordia”.
En 2007 este complejo vehicular fue presentado como una obra metropolitana que solucionaría los problemas viales en la zona oriente del Valle de México, beneficiando a un millón 200 mil habitantes de municipios mexiquenses como Los reyes La Paz, Chalco, Valle de Chalco, Ixtapaluca, Texcoco, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, entre otros, pero 16 años después la proyección ha quedado ampliamente rebasada por la realidad.
La megaestructura, que tuvo un costo de mil 043 millones de pesos y que tiene una longitud de más de 3.7 kilómetros de cinta asfáltica sostenida por más de 500 pilotes de hasta 30 metros de altura, parecería suficiente para garantizar la movilidad en la zona, sin embargo, en las horas pico: entre las seis y diez de la mañana y entre las seis y las diez de la noche, suele convertirse en un gigantesco embudo.
Distribuidor vial “La Concordia” no resuelve caos vial
Es entrada y salida de la Ciudad de México para vehículos provenientes o con destino a los estados de México, Puebla, Morelos, Tlaxcala y Veracruz, entre otros; en el que confluyen La Calzada Ignacio Zaragoza y la Avenida Ermita Iztapalapa con la Carretera México-Texcoco y la Autopista México-Puebla.
Este sitio se ha convertido en uno de los puntos de mayor tránsito y concentración peatonal y vehicular del Valle de México, pues aquí se ubica el Centro de Transferencia Multimodal de Santa Martha Acatitla, donde confluyen la Línea A del metro de la Ciudad de México, la línea 2 del Cablebús, dos rutas de la Red de Transporte Público (RTP), además de unas 20 rutas de transporte público concesionado.
Ello sin contar a las otras líneas de transporte metropolitano que diariamente cruzan entre una y otra entidad, los automovilistas y motociclistas particulares y, por si fuera poco, las obras de construcción del Trolebús que correrá de este punto a Chalco, las cuales se llevan a cabo desde 2022.
“Yo me hago por lo regular unas dos horas a mi trabajo
“Yo me hago por lo regular unas dos horas a mi trabajo nomás con tráfico porque si hay un accidente, un bloqueo en esa zona pues ya valió”, comenta Jesús, vecino de Valle de Chalco, quien trabaja en una maquiladora de ropa en el Centro de la Ciudad de México y para quien de manera cotidiana debe cruzar por esta frontera.
“Esta zona es peligrosa, porque si no son las personas que se cruzan y se brincan las barras de contención para no utilizar el puente, son los microbuseros que hacen base donde se divide el distribuidor para ir a Zaragoza o Ermita y ponen en riesgo a sus pasajeros o pero aún los traileros que manejan como si trajeran un bocho y se van pasando de un carril a otro” refiere Víctor, vecino de los Reyes la paz, medico de una clínica privada de la Ciudad de México.
El Distribuidor vial “La Concordia” fue proyectado para un afluencia de 9 mil 600 vehículos por hora, pero a la fecha esa cifra se queda corta considerando que, de acuerdo con la Secretaría de Economía, la población de los municipios mexiquenses de la zona aumentó entre 14 y 29 por ciento en una década, es decir que la población mexiquense en esta zona es cercana a los tres millones de personas.
Por otro lado, el parque vehicular en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) ha crecido en más de 100 por ciento en las últimas dos décadas mientras que en el Estado de México ha crecido más de seis veces cifras que reflejan la problemática que se presenta en este punto del Valle de México, sin que a la fecha los gobiernos federal, estatal o municipales hayan planteado algún plan para resolverla.
El distribuidor vial La Concordia fue inaugurado en 2007
La Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México informó que desde el inicio de la presente administración revisaron la estructura elevada que presentaba daños, como resultado de los sismos de 2017. “Se llevó a cabo un diagnóstico por parte de los proyectistas para determinar el tipo de reforzamiento necesario y con base en ello se brinda la atención requerida”, explicó en un comunicado.
En ese sentido, se indica que se llevó a cabo una inversión de 33 millones de pesos y que se tiene un avance del 85 por ciento en las labores de reforzamiento; los trabajos consisten en la sustitución de juntas de calzada, la sustitución de neoprenos y la construcción de topes sísmicos.
El distribuidor vial La Concordia fue inaugurado en 2007 por el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard y el presidente Enrique Peña Nieto. En aquel tiempo se informó que la obra tuvo un costo de mil 50 millones de pesos, cuenta con una longitud de 3 mil 747 metros y capacidad para 9 mil 600 vehículos por hora en cada sentido.
TAR