Para promover la crianza positiva en territorio estatal, el Ejecutivo reformó el artículo 5 de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de México para aclarar qué significa, así como el impacto en la niñez mexiquense.
En el documento se especifica que se debe entender por crianza positiva al conjunto de prácticas de cuidado, protección, formación y guía que llevan a cabo las madres, padres, así como cuidadoras y cuidadores.
Edomex con ley a favor de la crianza positiva
Dichas prácticas deben permitir el adecuado desarrollo físico, emocional y psicosocial de los menores de edad, atendiendo a su interés superior, así como a la evolución de sus facultades, necesidades, motivaciones y aspiraciones.
“Respetando irrestrictamente sus derechos humanos y evitando en todo momento el uso de cualquier tipo de violencia o trato que afecte su dignidad humana en cualquier etapa de su formación”.
También se determina que los menores tienen derecho a vivir en una familia, siempre que sea posible deberán crecer bajo la responsabilidad y el cuidado de sus padres y recibir una crianza positiva en un ambiente de afecto y de seguridad física, moral, intelectual y material.
Los cambios anteriores van de la mano con el ejercicio de las competencias y atribuciones que tiene encomendadas el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en julio de 2021.
En ese año, publicó la “Guía de Crianza Positiva” como parte de su programa de elaboración y difusión de guías para madres, padres y cuidadores de niños, niñas y adolescentes, con el objetivo de contribuir a que tengan conocimiento pleno sobre el tema.
Se determina que los menores tienen derecho a vivir en una familia
En este sentido, se deben difundir los elementos, condiciones y recursos que necesitan los padres, tutores y custodios para alcanzar un estado de bienestar óptimo, como habilidades de comunicación asertiva, escucha activa, estabilidad emocional, entre otras.
“Todos estos documentos, como ya se dijo, tienen como propósito promover y garantizar los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes, como base fundamental de los objetivos del desarrollo del milenio”.
SPM