Las altas temperaturas registradas en 2024 están teniendo un impacto significativo pues están generando problemas energéticos, según expertos en medio ambiente. El uso intensivo de aire acondicionado y otros sistemas de refrigeración aumentan drásticamente la demanda de electricidad, en el Estado de México se registraron más de 500 cortes de energía entre abril y mayo.
De acuerdo con datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el consumo de energía en el Estado de México aumentó un 15% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento se debe principalmente al uso intensivo de sistemas de aire acondicionado y ventiladores, indispensables para mitigar los efectos de las altas temperaturas, que en algunos municipios superaron los 40 grados Celsius.
Problemas energéticos por olas de calor
El Sistema de Información Energética (SIE) de la Secretaría de Energía (SENER) reporta que, en los meses de abril y mayo de 2024, el consumo residencial de energía eléctrica en el Estado de México alcanzó los 1,200 GWh (gigavatios hora), un aumento significativo respecto a los 1,040 GWh registrados en el mismo periodo de 2023.
El reporte de la CFE informó que, entre abril y mayo de 2024, se registraron más de 500 cortes de energía en diversos municipios del Estado de México, afectando a más de 150,000 usuarios. Las localidades más afectadas incluyen Ecatepec, Nezahualcóyotl y Tlalnepantla, donde los cortes de energía oscilaron entre una y cuatro horas diarias.
Sebastián Rodríguez, doctor con enfoque en ingeniería ambiental, detalló que se dan sobre cargas energética a causa de los esfuerzos de los aparatos de refrigeración, lo que genera un doble golpe de eficiencia.
“Las olas de calor obligan a las personas a utilizar más aire acondicionado, lo que dispara el consumo energético. Esto no solo incrementa los costos para los consumidores, sino que también pone una enorme presión sobre las infraestructuras eléctricas.
El rendimiento de los sistemas de aire acondicionado disminuye a medida que la temperatura exterior aumenta, lo que significa que necesitan más energía para mantener el mismo nivel de confort. Esto es un doble golpe para la eficiencia energética y para la sostenibilidad”, explicó Rodríguez.
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La adaptación al cambio climático es una tarea urgente y colectiva
Puntualizó que la mitigación de esta problemática no solo se basa en en tecnología más eficientes, sino en diferentes acciones de hábitos de consumo energético.
“Es crucial que invirtamos en tecnología más eficiente y en infraestructuras resilientes. Además, debemos fomentar hábitos de consumo más sostenibles entre la población. No se trata solo de mantenernos frescos, sino de hacerlo de manera que no comprometa nuestros recursos energéticos y el medio ambiente.
La adaptación al cambio climático es una tarea urgente y colectiva. Solo a través de esfuerzos concertados podremos asegurar un suministro energético sostenible y eficiente para el futuro”, concluyó.
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