La elección del siglo arranca oficialmente hoy. Los mexiquenses serán testigos los próximos 60 días de la campaña electoral más competida en la última década y en donde está en juego la llamada “joya de la corona”.
El Estado de México es la cuna de los uno de los grupos políticos más poderosos del Partido Revolucionario Institucional, amo y señor del gobierno estatal desde el nacimiento de ese instituto en 1929. De ganar la elección Alejandra del Moral, la candidata de la Alianza Va por el Estado de México, el tricolor asegurará la administración del estado durante un siglo.
Por el contrario, de alzarse con el triunfo Delfina Gómez, candidata de Morena, el partido en el poder a nivel federal, la maestra habrá conseguido tirar casi un siglo de dominación priista y la entidad conocerá por primera vez lo que es la alternancia a nivel estatal.
La joya de la corona no solo basa su importancia por el número de habitantes que la conforman, más de 17 millones según el más reciente censo, sino en que es una de las entidades más industrializadas del territorio nacional, cuenta además con dos aeropuertos, uno de ellos, la obra insigne del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, y es, junto con Coahuila, el último reducto del PRI.
Para el sociólogo y analista político Bernardo Barranco: “si el PRI pierde este proceso electoral estaría en vías de la extinción. Quizá me ponga muy dramático, pero territorialmente y a nivel federal el PRI viene en un proceso de debacle, independientemente de las tensiones internas de un dirigente”.
Sin embargo, Barranco advierte que, en el Estado de México, una entidad priista por excelencia desde hace más de 90 años, el partido tricolor se ha posicionado como una fuerza política sólida, que le ha permitido a la facción política fortalecerse en cada elección desde 1919, cuando nació el Partido Nacional Revolucionario, antecedente directo del actual PRI.
El Estado de México, cada seis años ha sido visto por analistas, como el laboratorio político de lo que podría ocurrir a nivel federal en la elección presidencial. Y el comportamiento de los electores así lo ha reflejado desde 1988 cuando el PRI y su candidato Carlos Salinas de Gortari fue barrido. En 1997, la fuerza de Cuauhtémoc Cárdenas en la Ciudad de México logró también que se pintara de amarillo (el color del PRD) todo el corredor oriente.
En la elección presidencial del 2000, el arrastre de Vicente Fox tiñó de azul gran parte del territorio estatal y más recientemente en 2018, Andrés Manuel López Obrador dio un impulso a sus candidatos guindas quienes se hicieron del control de casi todo el territorio estatal.
No obstante, el PRI mexiquense ha sabido resurgir de sus cenizas y levantarse con el triunfo apenas meses después, como ocurrió en las elecciones de 2021 donde de la mano, de PAN y PRD, reconquistó territorios perdidos e hizo retroceder a Morena.
Parece que, en cada elección por la gubernatura, el PRI se reinventa hasta convertirse en una máquina invencible. Así sucedió en las elecciones de 1999, cuando Arturo Montiel Rojas inició 11 puntos porcentuales debajo de su contrincante panista José Luis Durán Reveles y lo mismo sucedió en los comicios seis años después en los que Enrique Peña Nieto pudo remontar una desventaja inicial de poco más de 20 puntos hasta ganar la elección.
No obstante, el tricolor nunca se había enfrentado a un enemigo con la capacidad política, económica y de movilización como sucede ahora. El Movimiento de Regeneración Nacional desde Palacio Nacional hará todo lo que sea necesario para ganar esta plaza, que es la más codiciada de todo el país.
Ganar 2023 en el Estado de México, sería un preámbulo de lo que sucederá en 2024. Pero si el PRI y sus aliados logran el triunfo el 4 de junio, será un aliciente para la elección presidencial del año siguiente.
La moneda está en el aire en esta Elección del Siglo.
El controvertido tema de los debates
Como parte de su estrategia política, el Partido Revolucionario Institucional ha estado presionando para que al menos se realicen cinco debates durante los casi dos meses de campaña electoral, entre las candidatas Delfina Gómez Álvarez, postulada por Morena, PT y PVEM y Alejandra del Moral Vela, postulada por el PAN, PRI, PRD y Nueva Alianza.
En Morena no han respondido de manera tajante, pero es evidente que se trata de un tema en el que ellos no se sienten cómodos, porque hace seis años, justamente en un debate se registró el mayor ataque que hasta entonces le habían dado a la entonces abanderada de Morena, Delfina Gómez.
Fue precisamente la candidata panista, Josefina Vázquez Mota, quien a la postre terminó en cuarto lugar, la que desató el ataque que afectaría mucho las pretensiones de Morena.
Sin embargo, el Instituto Electoral del Estado de México informó hace algunos días en sesión del consejo General, que por ley deben llevarse a cabo dos debates entre las candidatas por la gubernatura.
Así que al menos, los ciudadanos mexiquenses tendrán la oportunidad de analizar en dos ocasiones cuáles son las propuestas de las dos candidatas.
Del IEEM solicitó a los equipos de campaña de las dos coaliciones en pugna que presenten un informe ante el Comité Especial, el cual se establecerá cinco días después de que inicien las campañas, para que soliciten la realización del número de debates que consideren pertinentes.
El IEEM estableció que, en caso de solicitar más de dos debates, deberá analizarse si existen las condiciones técnicas y financieras para llevarlos a cabo, además de que también deberán ponerse de acuerdo entre los dirigentes de las dos alianzas para que haya más, pues la ley sólo las obliga a participar en dos.
Tentativamente uno de los debates se llevará a cabo en abril y el otro en mayo para establecer un equilibrio entre el derecho de la ciudadanía a recibir información de las propuestas de gobierno de cada candidata y las actividades de las propias campañas.
TAR