Entre los ciclos agrícolas del 2017 al 2023, en el Estado de México se ha perdido la cosecha de maíz en 722 mil 369 hectáreas, derivado de fenómenos climatológicos como heladas, inundaciones, lluvias, caída de granizo, viento y en el mayor de los casos por la persistente sequía.
En los últimos seis años, siniestradas 722.3 mil hectáreas de maíz
El territorio mexiquense tiene una superficie cercana a las 667 mil hectáreas dedicadas al campo, de las cuales casi 500 mil hectáreas se usan para siembra y cosecha de maíz en 104 municipios mexiquenses, de acuerdo con el gobierno estatal.
En la entidad se ha identificado una disminución en la producción de este grano en los últimos años. Por ejemplo, en 2022 se alcanzaron 1 millón 779 mil 468 toneladas de producción, para 2023 se reportaron apenas 700 toneladas, derivado del retraso en la temporada de lluvia y bajas precipitaciones pluviales.
Al respecto, el ingeniero agrónomo Alejandro Rentería detalló que se trata de un problema que responde a cambios climatológicos que afectan los ciclos, así como actividades agrícolas inadecuadas que degradan los suelos y reducen la fertilidad.
Consideró que hay diversos factores como el aumento de la mancha urbana, la compactación de los suelos, la explotación desmedida de los recursos naturales, la construcción de nuevas carreteras, afectando parcelas de cultivo, y obras públicas desordenadas, además de la contaminación por basura inorgánica en los ríos y cauces que alimentan áreas productivas, entre otros.
Influyen factores como heladas, inundaciones, lluvias, caída de granizo y, el mayor de todos, la persistente sequía
“Siempre digo que se nos olvida que no tenemos recursos infinitos y que todo está conectado, si uno falla es una cadena que afecta muchas otras cosas, el agua, la tierra, el aire que respiramos, y lo más lamentable, estamos perdiendo tierra agrícola, que es de donde comemos todos”, señaló.
En los últimos 15 años, el estado perdió cerca de 50 mil 530 hectáreas de superficie agrícola. En 2007, había 717 mil 386 hectáreas de superficie agrícola, para 2022 esa cifra disminuyó a 666 mil 855 hectáreas, de acuerdo con los resultados del censo agropecuario del Estado de México,
También se identificó que el año pasado, al menos 25 mil 891 hectáreas de superficie agrícola no fueron sembradas por mal temporal, por falta de crédito, por enfermedad de sus propietarios, por falta de dinero y apoyos o porque no hubo quien la sembrara.
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