El pasado jueves 12 de diciembre en Colombia se dio a conocer el índice de Conflictos 2024, de la iniciativa global de Datos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés), que sostiene que el gobierno mexicano tiene el poder pero no el control de todo el territorio.
La iniciativa ACLED señaló, en el informe que acompaña su Índice de Conflictos 2024, que México registra una guerra civil de cárteles de la droga y sostuvo que el país atraviesa por un periodo de violencia continua, en el que los crímenes por motivos políticos aumentaron en el periodo electoral de este año.
Lo que lo coloca como uno de los países donde se vive un conflicto armado con las condiciones de una guerra. Nos guste o no la palabra.
La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enfrenta, como lo han sido los tres últimos gobiernos desde Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador; el reto de reducir los índices de inseguridad y de la percepción de esta entre la población, desde delitos como son el homicidio, robo, secuestro entre otros.
El expresidente López Obrador concluyó su gobierno con 199 mil 619 personas asesinadas durante el sexenio, un promedio de 94 por día. En lo que va de este 2024, ya se superan los 200 mil asesinatos.
Lo anterior se desprende de las cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (InegiI), del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP) y de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).Según los datos, en la gestión de Peña Nieto mataron a 156 mil 66 personas, y con Calderón Hinojosa mataron a 120 mil 463 personas.
De acuerdo a la ACLED, en 2024 nuestro país está dentro de los países con grandes conflictos armados como son: Ucrania, Gaza y Myanmar, siendo incluso México más peligroso que Palestina, con el grave conflicto que vive con Israel.
Volviendo a nuestro país, los primeros días de octubre la presidenta de la República presentó la Estrategia Nacional de Seguridad del Gobierno de México, que se basa en cuatro ejes: Atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de la inteligencia e investigación con la creación de un nuevo Sistema Nacional de Inteligencia, así como la coordinación con las entidades federativas.
El secretario de Seguridad Pública y Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, resaltó que la Estrategia Nacional de Seguridad ha establecido, además, tres objetivos principales para la construcción de la paz, que son la disminución de la incidencia delictiva, principalmente de los homicidios dolosos y de la extorsión; neutralización de los generadores de violencia y redes criminales y fortalecer las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales.
El gobierno mexicano debe ejercer el monopolio de la violencia que le da la Constitución en contra de los grupos criminales como lo ha venido haciendo, siempre salvaguardado los derechos humanos, la legalidad y el debido proceso, y como diría Sócrates: “Ojala existan grandes males, para que así surjan los grandes bienes”, y que pronto vuelva la paz.
PAT
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