El 22 y 23 de este mes se lleva a cabo en Río de Janeiro la Reunión Ministerial de Desarrollo del G20, foro principal de coordinación de políticas macroeconómicas de las veinte economías más importantes del mundo. En esta ocasión el debate se centra en la reducción del hambre, la pobreza, la desigualdad y el cambio climático.
El 22 y 23 de este mes se lleva a cabo en Río de Janeiro la Reunión Ministerial de Desarrollo del G20
Dentro de los temas planteados el día de ayer, está el acceso universal al agua, los ministros participantes hicieron un llamado a garantizar el acceso al agua potable segura, saneamiento básico y servicios de higiene, se reconoce que la falta de agua amplifica la pobreza. Se reconoce que no es sólo cuestión de infraestructura, sino también de una buena gobernanza, un financiamiento adecuado y una capacitación técnica, para lo cual, como es costumbre, los países se comprometieron a aumentar la cooperación técnica, así como a fortalecer los sistemas que ofrecen servicios equitativos, inclusivos, integrados y resilientes al clima y a los desastres, además de implementar una visión de género a las políticas que aborden el acceso a servicios hídricos, debido a la afectación particular de las mujeres y niñas.
Es importante que estos temas sean tratados, sin duda, pero como ésta, ha habido muchas reuniones multilaterales, incluso en donde se ha buscado impactar de forma más decidida, como en algunos países africanos, los resultados han sido muy pobres. Es un círculo vicioso, donde la falta de estos servicios intensifica la pobreza, así como la pobreza de un país impide mejorar estos servicios.
Por supuesto que no es solo cuestión de infraestructura y capacidad técnica, si fuera así, México ya hubiera resuelto el tema desde hace mucho, ya que cuenta con técnicos de primer nivel. El problema de fondo no es esto, el financiamiento adecuado debe contemplar ingresos regulares que permitan mantener la infraestructura, ampliarla y mejorarla cuando sea necesario, por supuesto que la gobernanza debe estar incluída, pero construída sobre bases justas y equitativas.
TE SUGERIMOS: Fiscalía libera orden de aprensión contra cuatro de sus elementos; ya fueron dados de baja
De lo que poco se habla al tocar los temas del agua es del sistema económico, casi nunca se le relaciona con los recursos fiscales que mantienen a un país bajo los umbrales de pocos recursos económicos, que el nivel de la estructura económica determina el grado de utilización de los elementos naturales, como es el agua, que los ingresos de los hogares no permiten pagar por el costo de la prestación de los servicios, que a su vez, financia el mantenimiento de la infraestructura construída, que la capacitación del personal no sirve si no existe un regulador que obligue a los responsables del agua en cada país, a mantener en sus filas a quien se capacita. Todo lo anterior se empata también con el modelo de gestión del agua de cada país, pero debemos empezar por eso.
Mientras estos temas no sean atendidos, los llamados a las buenas intenciones seguirán, y continuaremos indefinidamente ampliando el plazo para lograr las metas. La gobernanza, bajo un modelo que no garantiza que esa participación se traduzca en toma de decisiones, sólo desvía la responsabilidad de una mala gestión; construir infraestructura sin asegurar su correcto mantenimiento y operación, la convertirá en elefantes blancos y en un dolor de cabeza para los prestadores de los servicios de agua, ante la falta de recursos económicos y de personal, lo mismo para el caso de tecnologías, al menos no si no son adecuadas para cada región y país, y capacitación técnica sin un plan de aprovechamiento de esos conocimientos a largo plazo, sólo será personal desaprovechado.
Sigue nuestro CANAL ¡La Jornada Estado de México está en WhatsApp! Únete y recibe la información más relevante del día en tu dispositivo móvil.