Eustasio Valdés Garibay se dedica al campo mexiquense desde hace más de 50 años en el ejido de la Loma de la Purísima, Almoloya de Juárez, donde por las condiciones climáticas y territoriales se siembra maíz.
Desde las 5 de la mañana, junto a cuatro jóvenes y su arado tirado por un caballo, prepara la tierra para sembrar y cosechar media hectárea de mazorcas para ganarle al sol de mediodía, lo que hace año tras año pese a la precariedad y la pobreza que siempre lo acompaña.
Así lo afirmó Eustasio, quien explicó que sigue con su labor pese a los retos que van desde cambios en los ciclos pluviales, los abusos de los intermediarios, hasta la ausencia de interés y apoyo gubernamental.
“Iniciamos en abril y al final del año esperamos cosechar maíz, pero nos la vemos dura, es mucho esfuerzo y no sabemos por qué estamos tan olvidados si de lo que hacemos los campesinos depende lo que se consume en las ciudades”.
Abuso a campesinos mexiquenses
Reiteró que los abusos de los intermediarios que no quieren pagar lo justo, la inversión en abono y pesticidas que aumenta cada año, la falta de apoyo gubernamental y los cambios climáticos, vuelven su trabajo más difícil.
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Por ello, consideró que es urgente que se revalorice el trabajo del agricultor y el papel fundamental que juega en la sociedad, ya que, muchos desconocen el proceso que hay detrás de la comida que se consume y las condiciones precarias que viven los campesinos.
“Como mexicanos todos tenemos derecho, aunque sea a un grano, a todos nos debe tocar parejo, porque muchos como nosotros no tenemos la seguridad de nada, año con año a veces se gana o veces se pierde todo y la familia no puede comer a veces sí a veces no”.
Así mismo, mencionó que en la zona en la que vive no pueden cultivar otras semillas por las características del suelo, mientras que en territorios como Tenango tienen dos o tres cosechas al año, ya sea maíz, verduras o flor.
Áreas rurales
En territorio mexiquense suman cerca de 871 mil 082 terrenos en área rural, lo que se traduce en 9.4 por ciento nacional, del total estatal, en casi 677 mil terrenos hay actividad agrícola, ganadera o forestal, de acuerdo a información del gobierno estatal.
Además, al menos 772 mil 151 hectáreas están dedicadas al campo y se ocupan los primeros lugares de producción nacional en flores, maíz, tuna y avena; además que en los últimos seis años el volumen de producción agrícola creció en 8 millones de toneladas.
DMM