Rosario Flores entregó lo mejor de su repertorio, energía, fuerza interpretativa, baile y flamenco a quienes se dieron cita en La Maraka, salón ubicado en la Ciudad de México.
La heredera de Lola Flores y El Pescadilla, Antonio González, ha comentado que es una artista de energía
“Hasta que no os pongo de pie, no paro”, y sí, así lo hizo la noche del 19 de diciembre.
Dos bailarines en escena dialogaron en zapateos y marcaron el momento que todos esperaban.
Rosario Flores se plantó en el escenario a las 21:10 horas y se adueñó de los cientos de corazones que olvidaron el frío para acompañar con sus voces a la madrileña.
Flores para una Rosario apasionada
“México buenas noches, gracias por venir, por estar conmigo”, la respuesta fue una ovación.
Mientras continuaba con su repertorio hacía pausas para agradecer tanto cariño mexicano, ese calor que tanto dan a los artistas.
“Espero haber elegido bien mis canciones y volver a México y La Maraka porque hace un año estuve por aquí y me llevé el corazón llenito”.
Llamó a los duendes y exhortó a la magia para llenar con su voz el recinto.
Todo un show. Brillaron también los bailarines de flamenco puro, una banda que toca con mucha energía, las dos coristas que se ganaron la admiración una gitana y otra más bluesera.
Fue un repaso por todas sus canciones.
Temas clásicos como “Algo contigo”, “Cómo quieres que te quiera”, “¡Qué bonito!” y “Dharma, mariposas blancas”.
Rosario, quien el pasado 4 de noviembre celebró sus 60 años, dedicó a las mujeres “Yo me niego”.
Cantó la rumba del Pescailla, su padre, con este tema quedó claro que al mexicano apenas escucha algo para mover pies y hombros y enseguida ocupa cualquier espacio para bailar.
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Los bailarines tocaron los cajones y se enfrascaron en un duelo de zapateado.
Ahí, entre los asistentes estaba gente que Rosario admira y nombró a Natalia Lafourcade, que por unos segundos se robó los reflectores.
“México de mi vida y de mi corazón. La vida me ha regalado muchas cosas, mi mejor regalo es poder cantarles. Gracias por dejarme ser artista, por dejarme cantarles que es lo que más me gusta”, agradeció la española que agitaba su cabellera la cual parecía tener vida propia.
Las mujeres coreaban con sentimiento hondo cada letra de la cantaora, varias veces le gritaban un “Te queremos” mientras otras tomaban aire para dejar escapar una palabra de cariño.
Hubo temas que invitaron a besar a la pareja, ahí entre las mesas y las luces de tono cálido varios abrazos, caricias y besos. Alguna prefirió cantarle a su acompañante mientras acariciaba su cabello.
Llamó a los duendes y exhortó a la magia para llenar con su voz el recinto
En la planta alta un 90 por ciento estaba de pie, aplaudiendo y contoneando las caderas.
Rosario brillaba como su vestuario, bailaba e incluso presumió pierna al levantarse un poco el short que usó en su segundo cambio.
Rosario cumplió con una noche mágica, abrazó a su público que se le entregó desde el primer minuto del concierto.
Lo mencionó varias veces, ama cantar y lo demuestra en el escenario con ese derroche de energía y voz.
Está trabajando en un álbum que continuará su discografía, mismo que engloba una recopilación de nuevos temas.
Está haciendo un disco dónde toma todos sus éxitos y haciendo versiones con artistas internacionales y nacionales.
SPM