En la nueva normalidad, los mexiquenses no dudaron en salir a las calles para comprar un regalo o alimentos festejar con las reinas del hogar.
Pese al llamado de las autoridades para evitar reuniones y aglomeraciones con motivo del Día de las Madres, éstas recomendaciones fueron ignoradas por muchos, porque simplemente “esta fecha es para celebrar”.
Diversos negocios de alimentos, centros comerciales y restaurantes lucieron llenos y con largas filas, ya sea para comprar un pollo rostizado o comida preparadas.
En las florerías también hubo alta demanda, pese a que la docena de rosas alcanzó en algunos lugares hasta un costos de 250 pesos.
Otros establecimientos, e incluso en la vía pública, se ofreció el regalo en 100 pesos, donde los comerciantes coincidieron en que hubo una notable mejoría en las ventas.
ASME
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