El Mercado de la Tierra de Toluca, ubicado en la calle Alejandro Von Humboldt 210, es el primero en el Estado de México y el cuarto del país con la certificación de Slow Food, una organización internacional que vio sus orígenes en Italia manifestándose en contra de Mc Donald´s, misma que promueve el la cultura de auto sustento y la comida orgánica.
La precursora de la ciudad es Ireri Origel, formada como antropóloga social con orientación etnobotánica siendo de su interés la agricultura y la cultura que emana, por lo que comenzó a llevar acciones encaminadas a este tema.
“Mi proyecto se llama “Sabe tierra huerto”, que es el creador del mercadito, pero nos dedicamos a varias actividades, todas relacionadas con la cuestión de utilizar la agricultora los huertos como una herramienta como la educación ambiental, educación sustentable y la reconexión con la naturaleza. Uno de los proyectos que tenemos que surge hace ocho años es el mercado, que en ese entonces era “Mercado verde alternativo Toluca”, y de primera instancia nació para que la gente que tomaba nuestros talleres pudiera realizar trueques con los excedentes de su huerto”, mencionó Origel.
Comenta que después surgió la necesidad de crear un espacio de comercio justo y educativo con el campo, razón por la que internamente se encuentran en capacitación realizando cursos de diferentes temáticas relacionadas con el medio ambiente y la producción de alimentos. Comenta que esta intención los llevó a buscar el respaldo de organismos más grandes.
“Nos hemos apoyado en lo que le llaman Certificación Agroecológica Participativa, nosotros nos respaldamos en esta, peor que implica que vayamos a visitar los espacios productivos, conozcamos como hacen la siembra y sobre todo conocer los procesos”, dijo la encargada del mercado.
Fue hace cinco años que comenzaron a aliarse con diferentes proyecto, entre ellos, Redes Alimentarias Alternativas de la UNAM y proyectos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y fue cuando conocen a Slow Food que se define como “una organización global de base que se fundó en 1989 para prevenir la desaparición de culturas y tradiciones alimentarias locales, para contrarrestar el auge de los ritmos de vida acelerados y para combatir el desinterés general sobre los alimentos que se consumen, su procedencia y la forma en la que nuestras decisiones alimentarias afectan el mundo que nos rodea”.
Es aquí cuando comienza proceso por el cual hoy forman parte de esta iniciativa.
“Conocimos el proyecto y la filosofía de Slow Food con la cual me sentí muy identificada, a pesar de ser una tendencia muy europeas y que en el territorio latinoamericano y mexicano hay cosas muy diferentes, por lo que no copiamos o replicamos lo que ellos hacen, sino que nos basamos en su filosofía para hacer una propuesta aterrizada a nuestro contexto y comenzamos a realizar varias actividades en conjunto desde hace tiempo como lo son talleres, tianguis de biodiversidad, desperdicio de alimentos y nos hemos abanderado con esta filosofía que compartimos y hace un año nos otorgan este distintivo de Slow Food Italia”, relató Ireri.
Es el primero en el Estado de México y el cuarto en el país, en este espacio se basa en sustentar la canasta básica, sin embargo no se limita a ello, por lo que se puede encontrar pan, huevo, quesos veganos y de vaca o cabra, además frutas y verduras, tisanas, hierbas aromáticas y medicinales, café mexiquense, miel, helados, cosméticos, entre otros. El lugar está abierto al público el segundo y último sábado de cada mes con horarios de 10:00 a 15:00 horas.