A la memoria de Don Miguel Ángel de la Vega Téllez.
La revocación de mandato ha resultado ser el tema de los últimos días y que ha levantado polémica al final del año, tema que no es menor, pues está de por medio un ejercicio democrático sin precedentes en México: remover a un presidente si es que los consultados consideran que no ha realizado cabalmente su trabajo.
Si bien el esfuerzo es encomiable, hay muchos temas como la realización y la logística de la consulta que lejos están de ser resueltos, pero se equivocan aquellos quienes piden un juicio político contra los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) que votaron por el aplazamiento de la consulta, que no es lo mismo una cancelación o suspensión de la misma.
De hecho, esas voces que vociferan en contra del INE y sus consejeros en el fondo están desviando la atención de un tema que es central: que los mexicanos tengamos un instrumento mediante el cual podamos poner fin al mandato de un Presidente.
Dichos ejercicios los tienen otras democracias del mundo, por ello nos sorprende que en nuestra incipiente democracia este tema provoque un revuelo inusitado, que no se justifica y además puede ser muy peligroso para México.
Y es que a nadie convienen las instituciones débiles. Quienes quieren “quemar en leña verde” a los consejeros Lorenzo Córdova o Ciro Murayama en el fondo lo que están haciendo no es poner en entredicho su proclividad o no a la consulta, lo que están haciendo es debilitar la poca o mucha fortaleza que ha logrado el INE en su historia.
Desde su creación en 1990, el INE ha recorrido un camino que pretende consolidar la democracia hasta hoy en México, y los ataques de ciertos sectores del morenismo suponen un retroceso al camino ya recorrido y los logros conquistados en la búsqueda de la citada democracia. No cabe duda que la revocación de mandato debe tener su curso, pero hoy más que nunca, se debe apostar al INE para que salga fortalecido, tenga aún más legitimidad la consulta de revocación de mandato y los mexicanos tengamos en el futuro un recurso poderoso en contra de los malos gobernantes.
Recordemos que es el mismo INE quien validó el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 y el mismo que ahora realizará la consulta impulsada por el Presidente, entonces ¿qué sentido tiene hacer cuestionamientos sobre la probidad del Instituto que intenta desarrollar una consulta histórica en México?
El tema no es si quieren o no los consejeros hacer la consulta, es cómo hacerla con falta de recursos. El recorte de 4 mil millones de pesos al Instituto vino a complicar este ejercicio, pero esto no se va a resolver con descalificaciones, sino viendo de dónde saldrán esos recursos, ese es el tema de fondo, que no quieren ver (consciente o inconscientemente) algunos personajes.
Y es menester destacar que el ejercicio propuesto por López Obrador es elocuente y plausible, pero es por ello que Morena debe promover su realización, pero desde las propuestas, no las descalificaciones que de paso vienen plagadas de cuestionamientos hacia una institución que es la encargada de hacer valer la decisión que los mexicanos tomamos en cada elección.
¿Queda claro por qué es un juego peligroso tener instituciones débiles?
Twitter: @campudia
ASME
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