Con Alfredo Del Mazo, se crearon tres “Ciudad Mujeres” en el Estado de México: una en La Paz, otra en San Mateo Atenco y una más en Amecameca. Estos espacios agrupan oficinas de la Fiscalía General de Justicia, Derechos Humanos, el Poder Judicial y diversas dependencias para capacitación, como la Secretaría del Trabajo, Sedeco y Educación, entre otras.
Han sido de gran utilidad para atender a mujeres que sufren violencia de género, ofreciendo un lugar integral donde encuentran apoyo y resuelven sus casos. Además, cuentan con ludotecas para que las madres puedan dejar a sus hijos de manera segura mientras atienden sus asuntos.
Sin embargo, existe la posibilidad de que estos centros desaparezcan antes de que termine el año. Si bien podemos entender que cada administración implemente sus propias políticas públicas, es crucial considerar aquellas funcionales. Una opción podría ser cambiar el nombre de estos centros para eliminar cualquier rastro de la gestión de Alfredo Del Mazo y agregar el toque distintivo de la 4T, similar a lo que se hizo con el programa Mujeres con Bienestar.
La secretaria de las Mujeres, Mónica Chávez Durán, podría realizar un análisis serio junto a su equipo de expertos y proponer a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez la continuación de estos centros bajo una nueva denominación. Chávez Durán debe entender que hay iniciativas que, con un cambio de nombre, pueden perdurar y seguir beneficiando a la población. Hay otros elementos que, claramente, no podrá cambiar, como los colores naranja y violeta, que representan la lucha feminista internacional. Estos símbolos, con una profunda significación histórica, no podrán ser eliminados, por más que lo pretenda.
La continuidad de las “Ciudad Mujeres” es esencial para brindar apoyo a las víctimas de violencia de género. Asegurar que las mujeres del Estado de México tengan acceso a un espacio seguro y multifuncional, donde puedan recibir la ayuda que necesitan para superar situaciones complicadas familiares, en lo que a violencia se refiere.
“Ciudad Mujeres” no es solo un lugar físico, engloba varias áreas del bienestar femenino. Aquí, las mujeres pueden acceder a servicios de salud, asesoría legal, apoyo psicológico, educación y capacitación laboral. La idea es sencilla, pero muy útil y accesible para las víctimas.
El acceso a la salud. En estas instalaciones, las mujeres pueden realizarse chequeos médicos regulares, recibir atención ginecológica y obstétrica, así como participar en programas de planificación familiar y prevención de enfermedades. La salud mental también ocupa un lugar destacado, con servicios de apoyo psicológico y terapias grupales que buscan sanar heridas emocionales y fortalecer la resiliencia.
A través de programas de alfabetización, talleres y cursos técnicos, las mujeres tienen la oportunidad de aprender nuevas habilidades y mejorar sus perspectivas laborales. Así que el tema educativo está ahí para la capacitación en oficios y emprendimientos.
En “Ciudad Mujeres”, la lucha por los derechos es importante. Las mujeres reciben asesoría legal gratuita para enfrentar situaciones de violencia, discriminación o cualquier otra forma de vulneración de sus derechos. La Codhem tiene su espacio. Pero, más allá de los servicios que ofrece, “Ciudad Mujeres” es un espacio de solidaridad y apoyo. Aquí cada mujer sabe que no está sola. Aquí no la dejan de atender. Aquí se les atiende con perspectiva de género.
Ojalá estos espacios no pasen a ser historia.