El martes, 2 de marzo, se cumple un aniversario más de la fundación de la entidad y es que la historia del Edomex indica que en alguna época fue la más grande e importante del país.
Sus límites llegaban de océano a océano, pero después de la Constitución de 1824 le fue cercenado su territorio, del que salieron 7 nuevas entidades.
Hoy, hay más de 17 millones de mexiquenses en una entidad que perdió cuatro quintas partes de sus extensión, territorio separado que actualmente forma los estados de Querétaro, Guerrero, Tlalpan, Hidalgo, Morelos y Calpulalpan en Tlaxcala, así como la Ciudad de México, de acuerdo al estudio “Evolución histórica de la población del Estado de México”, de la Universidad Autónoma del Estado de México.
La historia del Edomex se desarrolla en 1824
El 30 de enero de 1824 se publicó el acta constitutiva en la que se estableció la existencia de 16 entidades, entre ellas el Estado de México; para el 2 de marzo de ese año, se instaló la Legislatura Constituyente mexiquense.
Este nuevo Congreso, integrado por 21 diputados propietarios y siete suplentes, realizó su primera sesión ese mismo 2 de marzo; de ahí que esta fecha sea reconocida oficialmente como el Día de la Erección del Estado de México, en virtud de su carácter jurídico, se detalla en la página oficial del Gobierno del Estado
“Desde octubre de 1823 se había designado como Gobernador provisional al General Melchor Múzquiz para que se llevaran a cabo todas estas acciones, fue el primer gobernador con base en una Constitución también de tipo provisorio”.
Al respecto, el cronista de la capital mexiquense, Gerardo Novo, aseguró que desde entonces se celebra este día en la entidad, y como parte de las acciones conmemorativas relativas a esa fecha hay parques, colonias y hasta una línea de autobuses con el nombre “2 de marzo”.
Añadió que antes de la Independencia de México, la entidad contaba con 12 intendencias, pero después de que se conformó la constitución de 1824 se convierte oficialmente en estado, dividido en ese entonces por los distritos de Acapulco, Cuernavaca, Huejutla, México, Taxco, Toluca, Tula y Tulancingo.
El territorio mexiquense tenía una extensión cinco veces mayor a la actual, con 120 mil km2 divididos desde las costas de Guerrero hasta los límites de Veracruz; hoy tiene 22 mil 500 km2 centrados en el mapa de la República.
“Un poco antes de la Independencia de México estaba dividido en 12 intendencias, después deja de ser intendencia y se convierte en estado de la federación, era un territorio verdaderamente grande”, compartió Novo.
La entidad cruzaba de este a oeste, del Pacífico hasta unos 80 kilómetros antes del litoral del Golfo, en ese entonces su capital era lo que hoy se conoce como la Ciudad de México, pero por cuestiones políticas sus dimensiones disminuyeron a lo largo de la historia.
Este esbozo muestra que el surgimiento y desarrollo de la entidad está marcada por una disminución de su territorio y una creciente población que convierte al Edomex en un espacio multicultural con presencia a nivel nacional, ya que, en 1824 en el país había cerca de 6 millones 204 mil habitantes; de ellos, casi la cuarta parte residía en Edomex, es decir, cerca de 1 millón 490 mil.
Novo reconoció que estos cambios geográficos respondieron a lo turbulento del siglo XIX en todo el país, el cual se enfrentó a conflictos con otros países así como dentro de su estructura política, lo que generó que los cambios fueran una constante.
“Era bastante difícil el desarrollo político, económico y social de un territorio tan grande, además ese siglo sabemos que México tuvo que enfrentar, nada menos, que a las grandes potencias de la época, guerras con España, Estados Unidos y Francia, además de las luchas internas de liberales y conservadoras”.
En 1917, Edomex ya tenía la estructura territorial actual pero con menos municipios, en ese entonces sumaban alrededor de 95, hoy en día son 125 que colindan con el Distrito Federal, Hidalgo, Querétaro, Michoacán, Guerrero, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Puebla.
Implicaciones de una entidad con una gran extensión
Aunque, por un lado, el Edomex contaba con una gran variedad de expresiones culturales, costumbres y tradiciones, así como una diversa cantidad de climas, flora y fauna, con zonas boscosas, playas y volcanes, la organización o ejercicio político son temas complicados dada la extensión con la que contaba.
Con el paso del tiempo, la realidad geopolítica fue cambiando, al igual que su pluralidad poblacional. Hoy aún es diversa, tal es el caso que cuenta con la presencia de pueblos indígenas, principalmente cinco: mazahua, otomí, nahua, matlatzinca, tlahuica, además de los migrantes de otras entidades federativas que se instalan en algunas comunidades, según datos del Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas.
Aunque ya no es la gran demarcación que superaba los 100 mil kilómetros de este a oeste, el Estado de México encabeza las estadísticas nacionales en temas positivos y negativos, como ser uno de los más poblados junto con la Ciudad de México, Veracruz y Jalisco, aunque por extensión ocupa el lugar 25 con 22 mil 500 km2, según datos de INEGI.
Actualmente, los cambios continúan, como ejemplo la propuesta de dividir Ecatepec para crear la Ciudad Azteca presentada oficialmente ante la Diputación Permanente del Congreso mexiquense, con el objetivo de fortalecer el municipio que tiene 186.9 km² donde habitan más de 1.6 millones de personas, siendo el segundo más poblado de México, solo después de Iztapalapa.
Sin bien, aún no se trata de una realidad, el especialista de Toluca ha comentado que no es un tema nuevo en la entidad, en este sentido compartió que la idea de que el Valle de México sea un estado ya se consideraba en la constitución de 1857, pero aunque existe una vía legal que permitiría que esto suceda, aún no ocurre porque no se cumplen con las condiciones necesarias.
“El Estado del Valle de México está previsto desde 1857, pero está condicionado a que en un momento dado la capital de la República dejará de estar en lo que hoy es la Ciudad de México, entonces las posibilidades existen pero no se han dado las condiciones adecuadas”.
Toluca se vuelve la capital del Estado en 1830
En 1824 la capital del Estado de México era la Ciudad de México, pero esto causó inconformidad dada la importancia de la hoy CDMX, por lo que ese año se acordó cambiar de sede.
“Algunos diputados comenzaron a cuestionar que una ciudad como la de México, que había sido levantada con el esfuerzo de todas las partes de la Nación, fuera la capital de un sólo estado. Alegaban que ya de por sí la entidad tenía mucho territorio por lo que, agregándole la Ciudad de México, resultaba un estado demasiado poderoso”, se especifica en la página del Gobierno del Estado.
Primero se eligió Texcoco, pero para esa fecha esta población no contaba con lo necesario para convertirse en la capital permanente del estado. Así que el experimento duró solo cuatro meses. Pese a esto, allí se promulgó la primera Constitución del Estado de México el 14 de febrero de 1827.
En este sentido, el experto agregó que en 1828 la capital se instaló en Tlalpan donde se inauguró el Instituto Literario, el cual tuvo diversos cambios, hasta convertirse en lo que es hoy: la Universidad Autónoma del Estado de México, ubicada actualmente en Toluca, la actual capital desde 1830.
El apogeo del arte, la cultura y la ciencia mexiquense
En ese periodo hubo mandatarios progresistas que impulsaron el surgimiento de instituciones educativas, hospitalarias y de beneficencia, como Mariano Riva Palacio, Juan N. Mirafuentes y José Zubieta.
Otro personaje que sobresalió en esta época fue José Vicente Villada, antiguo héroe de la resistencia contra el Imperio en Michoacán, quien trató de atenuar los efectos de la desigualdad social, al promover el mejoramiento de la clase obrera, la capacitación de niños huérfanos para la vida productiva y una de las primeras leyes sobre accidentes laborales, que sentaron las bases de la seguridad social en México.
También se reconocen figuras destacadas de la época en que se erigió el Estado de México como el yorkino Lorenzo de Zavala y el escocés Melchor Múzquiz.
Los pensadores de la época se debatían en una contienda ideológica entre 1821 y 1867 entre quienes pretendían conservar sus antiguos privilegios y quienes luchaban por impulsar los cambios requeridos por el progreso.
El Instituto Literario mexiquense fue centro de difusión de las ideas progresistas, que finalmente se impusieron. En esta época fue cuando se dieron importantes luchas para establecer un orden constitucional que consagrara las garantías individuales, mientras que se formaba un sentido de identidad nacional, según información del Gobierno del Estado.
Por lo anterior, 28 años después de la erección del Estado, entre 1852 y 1867, hay una ola de pensadores mexiquenses conservadores y liberales. Entre los directores figuraron Francisco de la Fuente y Maldonado, quien se distinguió por aplicar una disciplina férrea.
Le siguió José Mariano Dávila y J. Trinidad Dávalos, quienes se caracterizaron por organizar actividades culturales, como conferencias y clases-muestras sobre diversos temas.
La vida de la entidad es vasta y está inmortalizada en documentos, mapas y fotografías que se pueden encontrar en internet, en libros especializados y en los archivos históricos de cada municipio, donde también se encuentra el cronista que preserva el pasado de las ciudad en sus memorias.
SPM
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