Abraham López es agrónomo especializado en hidroponía, práctica a la que se dedica desde hace 30 años, hoy en día tiene un oasis en la ciudad donde cultiva hortalizas sin usar tierra y en espacios reducidos.
“Desde antes de entrar a la universidad compraba una revista de hidroponia que encontraba en los puestos de revistas, desde joven me llamaba la atención, la vida me llevó a estudiar la carrera de Agronomía, pero tras tener la teoría es un reto llevarlo a la práctica y empecé a tratar de hacer los primeros pininos desde sembrar una semilla y cosecha”.
Compartió que lo que empezó como un interés aislado se convirtió en su estilo de vida y actualmente tiene un espacio verde en el centro de Toluca instalado en la azotea de su casa en macetas, composta e hilo orgánico.
“Empecé a hacer pruebas, sembrar con productos orgánicos, vimos las especies propias para la hidroponía, los nutrientes necesarios, después de 10 años lo dominamos e iniciamos con cursos y venta de productos a vecinos, cafeterías y alumnos”.
Sin pesticidas
Explicó que el objetivo es obtener un producto sano, sin químicos, sin pesticidas, 100 por ciento natural, lo que ha significado un reto para perfeccionar su método ya que pueden existir problemas en las raíces, follaje, cambios en las especies de semilla, falta de agua, entre otros.
“O las plagas, no quería un insecticida químico, una vez lo usé y se me empezaron a dormir los labios, eso que era ligeramente tóxico, moderado, muy tóxico, y desde ahí decidí buscar otras opciones.
Se trata de un tema global, ya que en las ciudades hay proyectos de micro techos de todo tipo de dimensiones, “aquí tenemos uno de 5 x 10, tenemos 600 lechugas en diferentes etapas”.
El entrevistado explicó que por el clima y el espacio cuentan con lechuga italiana, mantequilla, orejonas, escarolas; además de acelgas, apios e incluso tomates y berros, los cuales usan para consumo propio y comercialización.
“Para la gente con problemas de anemia porque cuando vamos al mercado no sabemos su origen, es acuática y se da en zonas de canales o bordos y lagunas, ahora desafortunadamente están contaminados, no he visto por aquí un cuerpo de agua limpio”.
La hidroponía, explicó, es un método de cultivo en soluciones acuosas con nutrientes para alimentar a la planta, la cual puede crecer en cualquier espacio iluminado; por ello es una opción para rescatar la alimentación autosustentable en las zonas urbanizadas.
“Entre los años 80s y 90s en Cuba implementan huertos en azoteas, estacionamientos, escuelas, parques, etc., aprovecharon los residuos orgánicos para composta y ahora es líder en el tema, por eso no debemos esperar a tener una crisis sino capacitarnos y ser agricultores urbanos desde ahora”.
Detalló que las semilla se siembra en charolas hasta que germina, al contar con las primeras hojas se trasplantan a un sistema de circulación de agua casero fabricado con tubos de PVC, donde crecerán en un periodo de dos o tres meses, “de esta forma el consumidor puede evitar el uso de químicos”.
Por otro lado, puntualizó que en Toluca ya existe un sector dedicado a esta actividad, “hay más conciencia, hay mercados verdes de trueque de alimentos orgánicos de productores locales, esto es más barato que atender problemas de salud derivados de la comida procesada”.
Los invernaderos de hidroponía, dijo, tienen múltiples beneficios como la captación de bióxido de carbono con la fotosíntesis y la generación de biomasa; además de ser terapéutico para adultos mayores y enseñar a los niños a valorar los procesos de la naturaleza.
Afirmó que el interés por los techos verdes va avanzando poco a poco, ya que permite tener un producto a la mano y sano, “han venido industriales a cursos porque tienen ideas de hacer naves con producción de hortalizas en sistema vertical con luces artificiales”.
México es muy rico en especies, un país diverso en frutas y verduras, donde la comida se encuentra en cada esquina, pero la población se enfrenta a otro problema: que no siempre llega un producto de calidad a la mesa.
Aumenta popularidad
Celebró que cada día gana popularidad, lo que ha notado en los cursos que realiza, ya que, aunque no hay muchos participantes, son los jóvenes los que comienzan a mostrar interés por estas técnicas.
“Antes a los jóvenes no les llamaba mucho la atención, pero ahora vienen más, una vez uno me dijo que venía porque le preocupaba el futuro ‘yo no sé cómo se venga, tengo que prevenirme, ya no hay trabajos que te den pensiones, mínimo hay que producir nuestros alimentos’, me pareció interesante que lo planteó así”.
Para concluir, aseguró que existen muchos hábitos amigables con el ambiente, la salud y la economía tales como hacer composta orgánica, azoteas verdes, pinturas ecológicas, impermeabilizante naturales, hornos ecológicos baño ecológico seco, etc.,
“Hoy en día con el aumento de la mancha urbana y la preocupación por lo que comemos es una manera de sembrar en los lugares muertos de sus casas, lo único que se requiere es que tengan luz”.
Para conocer más sobre sobre el tema pueden visitarlo en el Instituto Yoga Natural en Gómez Farías 1003 poniente, col. Morelos, en sus redes sociales “Yoga Natural” o al teléfono 722-36-46-98-5.
SPM