Hablar de Ignacio Zamudio, es hablar de éxito deportivo para el país y el Estado de México, por lo que fue reconocido en 2018 con el Premio Estatal al Mérito Deportivo y el Premio Nacional del Deporte.
Aunque el entrenador mexiquense nació en la capital del país, ha vivido en la entidad desde pequeño.
“Soy nacido en la Ciudad de México, pero estuve viviendo mucho tiempo en ciudad Nezahualcóyotl, actualmente vivo más cerca del Centro Nacional de Alto Rendimiento, trabajando siempre con atletas y como parte del equipo del Estado de México” señaló el entrenador.
A diferencia de muchos otros deportistas, no se acercó a su disciplina luego de incursionar en otras modalidades.
Sino que fue amor a primera vista con el atletismo para después especializarse en la marcha influenciado por grandes atletas de la época.
“Tuve la inquietud de todo joven, en este caso a mí me me nació por ser deportista el ver los resultados, en esos años, de atletas como Ernesto Canto y Raúl González, ellos me motivaron a iniciar en la práctica de atletismo y después en la marcha. Siempre supe que era de ahí”, recordó Zamudio.
A su vez, rememora que comenzó a practicar en un espacio cerca de su casa, es entonces que lo recluta quien fuera entrenador de Lupita González, la última medallista olímpica mexicana en la disciplina.
“Pues yo empecé en una pista, ahí por la casa, y en algún momento en alguna competencia tuve la oportunidad de conocer al entrenador Juan Hernández, es más, él me invita a empezar la caminata en el Comité Olímpico Mexicano, y de ahí a los Centroamericanos, Panamericanos, Mundiales y Juegos Olímpicos”, menciona el ex andarín.
Ignacio Zamudio no se equivoca
En su palmarés se encuentran dos medallas de plata en Centroamericanos, en competencias juveniles.
Así como dos oros senior en Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe, este último en los 50 km.
Además de innumerables participaciones internacionales formando parte del top mundial, como aquel sexto lugar en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96’.
Al término de su carrera, continuó en los planos del deporte nacional, aunque quizá, el destino, habría de ponerlo como mentor de futuros grandes atletas.
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Por otra parte, señala que todas sus experiencias lo han nutrido en el cargo que hoy ostenta
Tanto buenas como malas, algo que reitera, en su momento jamás se imaginó, lo que le ayuda a ponerse en el lugar de los jóvenes a los que trata de llevar a la élite del marchismo.
“Es fundamental las buenas experiencias y las malas experiencias, las cosas positivas que tuve como atleta y también las cosas negativas; que tal vez en su momento, por la edad o como sea, también te equivocas.
Tuve los resultados que tuve, a veces no los que esperaba y todo es parte de tu formación como persona, sin saber que en estos momentos me iban a servir y me siguen sirviendo de mucho”, reflexiona Zamudio.
“El deporte es una cuestión de metas personales, que afortunadamente pasan a ser metas colectivas con los apoyos que puedes contar en tu equipo, en tu estado, en tu país.
Pero no es una cuestión de precio, porque seguramente sin esos apoyos y con esos apoyos seguiríamos buscando los resultados; primero como una satisfacción personal, todas las cosas se inician de esa manera.”, reflexiona Zamudio.
Esta filosofía de auto responsabilidad
Es la que trata de llevar a su equipo, quizá una clave de su éxito, lo cierto es que trata de dejar claro que el compromiso es con uno mismo.
“Quien me conoce sabe que yo siempre asumí mi responsabilidad, te lo dije, de atleta aprendí cosas de mis buenas y malas decisiones, jamás busqué responsables en terceros, ni mis entrenadores fueron responsables de los malos resultados ni de mis malas decisiones, mucho menos las demás personas de las demás entidades.
Más allá de de los apoyos, están tus objetivos y el que los cumplas o no depende únicamente de ti, y sí, claro que trato que mis atletas los tengan en cuenta y yo evidentemente es parte de mi forma de pensar”, puntualizó el mentor.
El ahora entrenador, es una persona que le ha dedicado su vida a este deporte motivado por la pasión.
Por esa parte introspectiva que por momentos pareciera solo él entiende y tiene claro que mientras siga la llama encendida continuará en este camino.
“Mientras me siga gustando y siga teniendo ese deseo de trabajar con los jóvenes, de trabajar en mi deporte, lo voy a seguir haciendo.
Si en algún momento eso cambia, pues tendré que ser muy honesto conmigo mismo también, porque no me gustaría perder mi tiempo ni hacerle perder el tiempo a los chicos”, comentó con seguridad.
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