A marchas forzadas se realizan las tareas para el rescate de 10 mineros atrapados en una mina de carbón de Sabinas, Coahuila, donde el miércoles pasado ocurrió un percance que causó la inundación de la estructura.
Pese a los trabajos, ha sido poco el avance para desahogar el pozo, ya que siguen las filtraciones de agua, y el tiempo comienza a apremiar.
En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, tanto el subsecretario de la Defensa Nacional, general Agustín Radilla, como la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, informaron que hasta la mañana de ayer la inundación había bajado de 34 a 30 metros.
“Es indispensable reducir el nivel del espejo del agua en la zona del incidente para estar en condiciones de permitir el ingreso seguro del personal especializado en búsqueda y rescate”, subrayó Velázquez. La complejidad se da, de acuerdo con la Comisión Estatal del Agua, debido a que sigue filtrando agua a la bocamina, por lo que ya analiza de dónde proviene.
El presidente López Obrador señaló que los equipos asignados a las tareas en la mina evalúan el momento idóneo para el ingreso de los cuerpos de rescate. De nuevo pidió “tener fe” y aseguró que la evacuación de los trabajadores es la principal labor en este momento.
–¿Cuánto tiempo queda para rescatarlos? –se le preguntó.
–En eso estamos metidos completamente, en lo de los mineros –respondió.
“Complicado” sobrevivir
En entrevista con Ap, Javier Martínez, delegado en Coahuila del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, reconoció que “es muy complicado” que los 10 mineros puedan salir con vida. Agregó que depende de la fuerza con que corrió el agua en los pozos, el lodo que arrastró la corriente, si se derrumbaron las estructuras de madera que sostenían las paredes y si los obreros lograron ubicarse en algún recoveco.
El general Radilla indicó que para el desazolve de los tres pozos inundados se usan 19 bombas con potencia de entre 50 y 100 caballos de fuerza, con lo que se ha alcanzado un volumen de extracción diario de 5 mil 111 metros cúbicos, es decir, poco más de 5 millones de litros, que equivalen a lo que transportarían 125 pipas de 40 mil litros cada una, que son las de mayor capacidad. También se ha iniciado el envío de tuberías de mayor alcance para incrementar la cantidad de agua que por ahora se puede extraer.
Radilla indicó que entre la mina de Las Conchas Norte –en desuso desde hace más de 10 años y a 370 metros de la siniestrada– y el área de los pozos de carbón de El Pinabete, especialistas de las fuerzas armadas y de otras instancias hicieron dos perforaciones para tratar de detener las filtraciones que siguen inundando la mina. Señaló que a éstas se sumarían, en el transcurso del viernes, otras dos “que permitirán asegurar que baje el nivel del agua”.
Una vez que el volumen del líquido disminuya, los rescatistas, entre ellos seis buzos y 30 elementos del Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencias y Desastres del Ejército, entrenados en búsqueda y rescate de personas atrapadas en estructuras colapsadas, ingresarán al socavón. Para ello cuentan con equipo especial para romper concreto y metal, detectores de calor a través de paredes y binomios caninos.
Laura Velázquez detalló que en el lugar trabajan 383 personas (230 militares, 33 elementos de la Guardia Nacional y 120 civiles) y hay 26 vehículos, tres aeronaves de ala fija, un helicóptero, siete ambulancias, 19 bombas extractoras, 11 generadores eléctricos (siete aportados por la Comisión Federal de Electricidad y cuatro por empresas mineras), tres transformadores y ocho torres de iluminación, todo ello para dotar de luz a la zona y que no haya descanso en los trabajos.
El titular de la Comisión Estatal del Agua, Antonio Nerio Maltos, indicó que especialistas de la Universidad Autónoma de Coahuila apoyan con estudios geográficos para detectar de dónde proviene el agua que ingresa a la bocamina. Previó que es posible que proceda del río Sabinas –localizado a 300 metros del lugar del accidente– o de Conchas Norte, que pudiera estar inundada.
La Guardia Nacional informó que reforzó el Plan de Asistencia a la Sociedad en Casos de Emergencia “para agilizar el rescate de los trabajadores”.
El personal de esta corporación colabora en las tareas de desazolve con la colocación de mangueras para extraer agua, y en coordinación con autoridades federales y locales, llevan a cabo acciones de seguridad perimetral en las inmediaciones de la mina.
Por la noche, el gobernador Miguel Ángel Riquelme informó en su cuenta de Twitter que “se remplazaron algunas bombas de agua de manera estratégica, lo que permitió elevar la capacidad de bombeo en un 60 por ciento, y se realizó con éxito un barreno para ingresar más bombas que ya se tienen disponibles”.