Lo que la experiencia nos ha enseñado desde hace setenta años, es ahora diferente: el Estado es fundamental para el proceso de desarrollo económico y social. Arrancó la Cumbre de la APEC, con Estados Unidos buscando potenciar “un futuro resiliente y sostenible para todos”. Blinken, secretario de Estado norteamericano, resaltó el compromiso de Washington, por hacer más fuertes a las economías de los 21 países miembros.
Luego entonces, ¿por qué unos países logran este desarrollo económico y social, y cuáles han sido los factores que determinan la eficacia del Estado, dependiendo del tipo de desarrollo en que se encuentren? ¿Por qué y en qué forma algunos países consiguen mejor que otros mantener este desarrollo, eliminar la pobreza y adaptarse al cambio?
En este sentido de ideas, podríamos preguntar a Estados Unidos ¿qué cree él que fue lo que le pasó? Y lo que ellos respondan, sería sumamente interesante. Recuerdo lo que nos ocurrió ese muy difícil año de 1995 y que tardamos cinco años en recuperarnos, gracias a la intervención de Ernesto Zedillo y su grupo de economistas, con todo y el “error de diciembre”.
Pero ahora, en que México significa más del 90 por ciento de las exportaciones a Estados Unidos, nos estamos pronunciando a favor de Estados Unidos pase lo que pase, sin ser autónomos; ahora que somos más que aliados, los socios más importantes para ellos, la verdad es que qué tristeza me dio que pusieran junto, en este reciente Foro de Cooperación Asia Pacífico, que cuenta con 21 economías a los estadounidenses . La reunión con el presidente de México y el de EUA, fue muy muy rápida, atravesada por la crisis migratoria. Con el primer ministro chino, Li Qiang, larga.
Hace poco Stándard & Poor’s, la casa de certificación más importante del globo terráqueo había decidido ponernos en el orden del primer mundo: éramos un país estable y lleno de posibilidades para cualquier inversionista; ahora gran parte de América Latina, ya no es merecedora de una certificación.
Las economías con la calificación crediticia más alta de S&P Global Ratings, Fith y Moody’s Inverstors Service, incluyen Alemania, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Noruega, Luxemburgo, Singapur y Australia. Canadá tiene la calificación AAA de dos de las empresas. Fith afirma la calificación Nacional del Estado de México en AA+ (mex).
Es difícil pensar que América, o lo que para nosotros es Estados Unidos, que se convirtió alguna vez en el juez de la economía y la política mundiales, pase por un desafío como el que tiene ahora. De verdad que yo no sé nada de economía, pero sí, que México fue algún día, el país número 8 dentro de la economía mundial. Ahora es el quince. ¿Qué ha pasado? Eso hay que preguntárselo a los malos gobiernos.
Pensemos si esto es resultado de su forma de caminar en sus relaciones exteriores con el Medio Oriente. Un Medio Oriente que responderá con una Guerra Santa, si es agredido.
El riesgo que se tiene es que siendo como sabemos que somos, el exportador más importante que tienen, y también el importador: de todo, hasta de fuerza laboral, probablemente Estados unidos nos remita a que contemplemos que somos ahora con ellos: también uno.
Estratégicamente somos sus aliados número uno, a los que si le ponen los terroristas el ojo, nos vamos a quedar en la absoluta ceguera. Y a ver de allí, quién nos saca.
Aunque usted no lo crea.
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