Aun cuando hay un deseo genuino del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su gobierno por combatir la corrupción, ésta será una deuda pendiente con la que va a tener que cargar el actual mandatario, asegura el periodista Mario Maldonado.
El autor del libro “Lozoya, el traidor” (Edit. Planeta), de reciente publicación, explica que a más de dos años de iniciado el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, el presidente López Obrador ha traicionado a su movimiento, a su Gobierno y a sus votantes, en una de sus principales banderas.
“Sí es una deuda pendiente que ya como va el sexenio creo que va a ser difícil de revertir, la imagen de que finalmente no se pudo combatir la corrupción, aun cuando hay un Gobierno que genuinamente traía o tenía esa intención”.
“Pero las condiciones del país, de sus propios funcionarios, de cómo funcionan, es algo que va a perdurar. Creo que si nos metemos a fondo a investigar cuánta corrupción hay (en el actual Gobierno), más o menos que el sexenio pasado, yo creo que estamos igual o quizás, en una de esas, hasta más”.
Cuando se refiere al tema de la corrupción, Mario Maldonado sabe de qué habla. Su libro es un compendio de lo que fue la red de extorsión que tejió en su entorno el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Para ello el periodista entrevistó a por lo menos 70 personajes, entre funcionarios, exfuncionarios, familiares e incluso al propio Lozoya para darle forma a su libro que detalla la forma escandalosa en la que el ex director de Pemex hizo de la empresa un entramado para amasar fortuna.
Relata lo que fue el llamado Piso 45, donde se ubica la oficina del director de Pemex, en el que se cobraba hasta medio millón de pesos por tener una cita con Lozoya; relata sobre el denominado Club del Millón, y da cuenta de los viajes, fiestas y demás lujos que organizaba el ahora ex funcionario detenido en España, extraditado a México y sometido a un juicio, aún pendiente de resolver.
“Todo tiene que ver con fuentes directas, todas las denuncias que se han hecho en México, Estados Unidos, Brasil y Suiza con respecto a Pemex, al caso de Odebrecht y al caso específico de Emilio Lozoya”.
Maldonado explica que funcionarios del primer círculo de políticos que trabajaron con el ex directivo se preguntaban cómo era que Lozoya llegara a ese nivel de corrupción para enriquecerse si llegó al cargo ya siendo millonario.
“Creo que genuinamente él sí llegó pensando que podía darle la vuelta a la empresa, porque era una empresa endeudada y con problemas desde hacía muchas décadas, porque se usaba como caja chica. Lozoya creyó que se podía modernizar sobre todo a partir de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, que permitiría inversión privada nacional y extranjera en el sector”, dice el periodista en entrevista.
Sin embargo, agrega, en el camino de su gestión al frente de Pemex, Lozoya se encuentra en medio de grandes tiburones a nivel internacional, empresarios muy importantes, que aunque le costaran un poco de trabajo entrar a las grandes ligas, estaba también en una de las empresas más grandes de México y eso le podía ayudar.
“Además, se encontró con personas, empresarios y políticos, que le comenzaron a decir que él podía, por su capacidad y experiencia, y por su juventud, ser un candidato eventualmente a la Presidencia de la República. Es decir, le metieron esa idea y entonces al final de cuentas, piensa que tiene que generar un capital no solo político sino financiero para poder financiar esa potencial campaña a la presidencia”.
Para el autor del libro, todo lo que vive Lozoya, a quien califica de soberbio, egocéntrico, narcisista, formó un caldo de cultivo que terminó perdiéndolo.
ASME
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