Ricardo Joya Cepeda
“Abrimos o cerramos” fue la advertencia que lanzaron cientos de trabajadores de la industria restaurantera que se manifestaron en la capital del Estado de México y en la Ciudad de México, para exigir que se les permita trabajar, porque las condiciones económicas que enfrentan son insostenibles.
Armados con cacerolas y sartenes, entre otros utensilios, tanto meseros como cocineros, administrativos, además de dueñas y dueños de restaurantes, demandaron a las autoridades mexiquenses y de la capital del país que les permitan abrir con un aforo máximo de 30 por ciento y con hora de cierre a las 10 de la noche, porque -de lo contrario- tendrán que cerrar de manera definitiva más de mil establecimientos, adicionales a los 10 mil que han dejado de operar desde que inició la pandemia, en marzo pasado.
El reto para las autoridades es mayúsculo, porque deben encontrar el equilibrio entre preservar la salud de la población y mantener la actividad económica. Tan solo en el sector restaurantero se estima que 50 mil empleos se han perdido en los 10 meses de confinamiento provocados por el coronavirus.
El problema es que el número de muertes y contagios por Covid-19 no cede y ya está en territorio nacional la nueva variante del virus, que -señalan los especialistas- es más contagiosa que la anterior. También conocida como B117 ha provocado un aumento sin precedentes en el número de casos en Reino Unido y ahora es el virus que predomina en aquel país, desde hace tres meses.
De acuerdo con los estudios que se han realizado, la nueva cepa tiene 23 mutaciones, de las cuales 17 surgieron de manera abrupta, por lo que es más contagiosa y se desplaza con mayor rapidez que el SARS-CoV-2.
En esa condición, los sistemas de salud del mundo se encuentran en situación de crisis. En el caso del Estado de México, la ocupación supera el 82 por ciento de camas disponibles para atender los casos de Covid-19, pero la realidad es que también muchas personas han decidido mantenerse en sus casas para no pisar un centro de salud u hospital, en virtud de que no volverían a ver a sus familiares.
Adicionalmente, los cuerpos de salud se encuentran agotados y parece que la batalla -declarada pandemia el 11 de marzo del año pasado- no parece entrar en zona de control, y en mucho ha sido por las medidas que no fueron lo suficientemente efectivas para contener los contagios, además de que muchas personas siguieron pensando en que no verían un caso cercano, por lo que decidieron -porque finalmente es una decisión- no seguir las medidas preventivas: mantenerse en casa, cuidar la sana distancia, hacer un lavado frecuente de manos, utilizar gel antibacterial y cubrebocas.
La mala noticia de este lunes, es que en Nuevo León se detectó otro caso -adicional al que llegó a Tamaulipas durante el fin de año- de la cepa B117 y se estima que su grado de contagio es muy superior a la variante anterior.
A esa complejidad habrá que sumar la situación económica que tiene a diferentes sectores en una condición crítica y no se ven signos de que el gobierno federal pretenda apoyarles, porque se tiene la idea de que todas y todos los empresarios son representantes del neoliberalismo. Parece que se ha perdido la referencia de que en México, seis de cada 10 empleos formales se crean y mantienen en las pequeñas y medianas empresas.
“Se ha apoyado a otros sectores, pero a este, que es esencial en la economía, no lo han volteado a ver. Vemos con enojo y frustración que mientras nosotros sufrimos penurias, el comercio informal de venta de comida sigue operando”, señaló un cocinero, de acuerdo con la nota informativa que elaboró nuestro compañero, Israel Dávila, de La Jornada, con respecto a la manifestación de ayer.
Así que la principal manera que tenemos para contribuir a que se controle el virus es asumir nuestra responsabilidad para evitar más contagios y, en la medida de lo posible, apoyar a las y los micro, pequeños y medianos empresarios que están haciendo un gran esfuerzo por sobrevivir, no sólo a la enfermedad, sino a los efectos que ha provocado en su sector.
PERCEPCIÓN
¿Qué otros sectores empezarán a manifestarse por la situación crítica que viven? Habrá que esperar.
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