Los cementerios de los municipios de La Paz y Atlautla sí abrieron sus puertas este 1 y 2 de noviembre, pero con estrictas medidas sanitarias.
Aun cuando la recomendación de las autoridades de Salud fue cerrar los camposantos para evitar aglomeraciones, en estas localidades del oriente mexiquense decidieron permitir el acceso, aunque la afluencia fue de apenas 25 o 30 por ciento en comparación con años anteriores.
La Paz
En los tres panteones municipales de La Paz quedó estrictamente prohibido el paso de niños. Por cada tumba solo se permitió el paso a dos familiares como máximo.
Los visitantes sólo pudieron acceder con cubrebocas y no se permitió el ingreso de bebidas alcohólicas.
Atlautla
En Atlautla los elementos de Protección Civil que participaron en el operativo de Día de Muertos, además de controlar el acceso, también distribuyeron gel antibacterial y midieron la temperatura a los asistentes.
En el resto del valle de México fueron más estrictos y decretaron el cierre de los camposantos; por ejemplo, en Nezahualcóyotl, Ecatepec, Acolman, Atizapán, Naucalpan, Tultepec y Cuautitlán Izcalli se hicieron operativos para verificar que las familias no ingresaran.
ASME
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