Por Gilda Montaño
La tecnología puede ser el instrumento o herramienta que hacía falta para la detección, solución y planeación de las diversas estrategias encaminadas a la solución de los diversos problemas no importando su naturaleza.
Al Estado de México -que es el más poblado del país, por su condición central- cada día emigran más personas. Aun cuando se han hecho esfuerzos por frenar la emigración de otros estados hacia estas tierras, la cercanía con la capital del país se presenta como la opción más viable para establecerse.
A medida que el crecimiento poblacional se va haciendo más amplio, las demandas de servicios de salud, empleo, vivienda, seguridad pública crecen considerablemente, lo cual va generando diversos problemas de carácter social en puntos cercanos a la capital del país.
Esta sociedad mexicana de este momento histórico necesita ser más igualitaria, con oportunidades para ambos géneros, más tolerante e incluyente, respetando las diferencias tanto físicas como intelectuales. La igualdad es un objetivo tan valioso como la liberad y la seguridad física. Es necesario un proyecto integrador que articule intereses dispersos de diversos sectores: tanto el público como el privado; el económico como el cultural, en donde por igual se incluyan a los hombres y a las mujeres.
Existen mujeres que el día de hoy transitan y viven desamparadas, bajo un sinfín de dificultades a las que se enfrentan cotidianamente, sin encontrar soluciones a sus problemas. Son heroínas anónimas, en esta sociedad cosmopolita y globalizada en donde hay una diferencia abismal entre los ricos y los pobres. ¿Cómo pude irles a todas ellas que viven en la pobreza extrema, con graves problemas?
Y al referirse a su salud reproductiva, comentan que no tienen programas específicos de planificación familiar o anticoncepción, y que lo más terrible que les acontece es que no tienen que darles de comer a cinco, diez o más niños; porque no tienen trabajo, educación, salud, ¿ni quién las ayude? ¿O a las mujeres campesinas, a las de las zonas urbanas marginadas, o a las indígenas?
Hace años se habla de ayudar a las mujeres. Se han llevado a cabo grandes esfuerzos por solucionar esta problemática. Las instancias gubernamentales, las organizaciones no gubernamentales, las instituciones de educación superior y las privadas, hacen cada día lo mejor que pueden. Pero el más importante programa para ayudarlas consiste en que conozcan a su cuerpo y que tengan a sus hijos de una manera inteligente y responsable.
La nación mexicana está inmersa en un acelerado cambio económico y social que ha permitido a cierta clase de mujeres desempeñar un papel cada vez más importante en los ámbitos político, económico y social. El Estado de México ha sido uno de los estados con mayor crecimiento demográfico y económico a lo largo de los últimos años.
La estabilidad política y el consenso alcanzado -a pesar de las diferencias partidistas en el Congreso- son una garantía para la aplicación de los variados proyectos que tiendan a mejorar el bienestar de la población. Estamos hablando de las mujeres que han tenido posibilidad de estudiar, de tener una carrera, de trabajar, de pensar, de tener a los hijos que desean… a salir adelante.
Es tema forzado de la administración pública. Pero es una obligación tener que establecer mecanismos para que se reformulen las políticas públicas en torno a la planificación familiar.
gildamh@hotmail.com
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