Por Ricardo Joya Cepeda
“Los políticos, y especialmente los jefes de Estado y de gobierno, toman muchas decisiones que tienen consecuencias trascedentes en la vida de la gente que gobiernan e incluso, en los casos más extremos, pueden ser cuestión de vida o muerte”, así lo advierte David Owen en su libro: En el poder y en la enfermedad. Enfermedades de jefes de Estado y de Gobierno en los últimos cien años.
A partir de su experiencia como médico y como político (Owen se desempeñó como ministro de Asuntos Exteriores en Reino Unido) analiza los casos de diferentes jefes de Estado y de Gobierno, en diferentes partes del mundo, que enfrentaron situaciones de mala salud, porque finalmente su condición física y mental puede tener una relación directa con su desempeño público.
Si bien Owen se enfoca, en muchos de los casos a temas de salud mental, ofrece elementos para comprender la relevancia que tiene la salud de un jefe del Estado y de Gobierno, porque su condición impacta al sistema político en su conjunto. Por ello, es fundamental que -al menos- la sociedad perciba que quienes gobiernan se encuentran en perfectas condiciones de salud.
Es así como el tema del resultado positivo a Covid-19 del presidente Andrés Manuel López Obrador, este fin de semana, es un asunto de relevancia, por lo que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, enfatizó en la conferencia de este lunes que el jefe del Poder Ejecutivo presenta síntomas leves de la enfermedad, aunque subrayó que se encuentra “en pleno ejercicio de sus funciones como presidente”.
“Podemos decir con toda sinceridad y franqueza que se encuentra bien, está fuerte y al pendiente de todos los asuntos públicos”, dijo la titular de Gobernación y precisó que los integrantes del gabinete que estuvieron en contacto con el presidente estarán siguiendo los protocolos de seguridad para evitar una cadena de contagios.
La declaración de Sánchez Cordero tuvo como objetivo generar tranquilidad entre quienes toman decisiones y la sociedad en general. Sin embargo, algunos sectores dudan de la enfermedad del presidente y consideran que es un truco propagandístico para generar empatía con la población y posteriormente transmitir que -a pesar de su edad y sus antecedentes médicos- superó la enfermedad que ha cobrado la vida de casi 150 mil personas.
Naturalmente, no se desea que nadie padezca la enfermedad que ha demostrado un índice de letalidad tan elevado como en México, pero sí es un tema de relevancia el tener la certeza de que el presidente se encuentra sano, porque de él dependen directamente muchas de las decisiones que se han tomado en el país, sobre todo porque concentra una gran cantidad de poder.
Habrá que ver la evolución que se registra en las siguientes horas y días, porque la condición de salud de un jefe de Estado o de Gobierno siempre será de relevancia para una nación.
PERCEPCIÓN
Las instituciones educativas tendrían que cuidar, también, la salud física y emocional de su personal docente y administrativo, porque se han visto sometidos a presiones distintas -además de las condiciones personales y familiares-, que impactan de una u otra forma en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus estudiantes.
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