El día 22 de este mes dio inicio en Nueva York la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el agua 2023, respecto a la última vez que se llevó a cabo en Mar del Plata de 1977, veamos cuáles fueron algunos aspectos prioritarios que resultaron como plan de acción.
Uno de los compromisos más relevantes fue que para 1990 los gobiernos se comprometían a proporcionar a toda la población agua de buena calidad en cantidad adecuada y servicios básicos de saneamiento, para la región el porcentaje recomendado era lograr el 80% de la población urbana, o como mínimo reducir en un 50% el porcentaje de ésta sin servicio, mientras que para el sector rural el porcentaje a cumplir era del 50%, o una reducción del 30%; en cuanto a alcantarillado se debía llegar al 70% de la población urbana y al 50% en la rural, algo que a todas luces no ocurrió, cumplimiento que ha tenido que seguir recorriendo, la siguiente fecha que se antoja imposible de lograr es 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Otro punto de acuerdo fue incrementar aportes de recursos financieros nacionales, internacionales y bilaterales concedidos en condiciones más favorables, algo que para los países en desarrollo no han logrado realizar a pesar de tantos llamamientos y recomendaciones, las condiciones de acceso al financiamiento suele estar impedido por legislaciones nacionales y subnacionales, poca capacidad de gestión de éstos recursos y falta de garantías solicitadas.
Ampliar los medios para capacitar personal, hoy México sufre de no contar con personal capacitado y los que hay sufren siempre la incertidumbre de no saber si continuarán en sus puestos, debido a la alta rotación de personal existente, por citar un ejemplo, con el principal programa federal de capacitación denominado Escuela del Agua en alianza con las Entidades Federativas se ha logrado multiplicar casi por tres veces el número de capacitados del subsector agua y saneamiento, sumando por año un número cercano a 4,000 personas, pero el número aproximado de personal en todo el país es de 180,000, quiere decir que sólo se puede capacitar al 2.2%, y como decíamos mucho del éste personal capacitado no durará mucho tiempo en su puesto, por lo que hay que volver a comenzar.
Y finalmente el dar a las comunidades una educación eficaz sobre higiene doméstica, así como lograr que se interesen y participen en las diversas fases del programa, en este punto podríamos debatir acerca de los resultados, pero una condición necesaria para ello es lograr verdaderos mecanismos de participación ciudadana en la toma de decisiones, y para lo cuál es imprescindible también transparencia y rendición de cuentas.
Existieron otros compromisos y recomendaciones que serán tratados en otra ocasión respecto a agricultura, industria, contaminación, ordenamiento y planificación, eficiencia, información pública, etc.
¿Por qué entonces no se avanzó como se esperaba?, primero debemos decir que dichas resoluciones no son obligatorias por las partes, en segundo lugar los cambios en los modelos económicos y cambios políticos globales tuvieron también un efecto, tercero, por que tal vez no estamos resolviendo desde la raíz el problema del agua como elemento de la naturaleza que introducimos a un sistema económico que no privilegia la preservación y equilibrio ambiental, así como la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, las acciones y compromisos no son suficientes, no es poco lo que está en juego, nada más y nada menos que hablamos de la supervivencia del ser humano.
TAR