La problemática por la escasez de agua se prolonga. Nadie duda que se busquen alternativas para poder solucionar esta crisis que nos ha llevado a reflexionar sobre la importancia del vital líquido en nuestro entorno.
Por ello es necesario atender sugerencias, recomendaciones de los expertos y sobre todo voltear la mirada a otras experiencias que se han instrumentado para analizar su viabilidad y efectividad y por qué no, replicar aquello que ha sido exitoso.
Puede sonar disparatado, pero nada perdemos si conocemos o aprendemos de otros modelos; en estos tiempos la corresponsabilidad de todos los sectores debe ser parte fundamental para encontrar soluciones.
Todos conocemos las recomendaciones que están a nuestro alcance: tomar duchas breves, cerrar las llaves mientras se enjabona el cuerpo; utilizar solo un vaso con agua para cepillarse los dientes; identificar y reparar fugas en casa y denunciar las que se localicen en vía pública; no lavar el frente de las casas con el chorro de la manguera. Estas sugerencias son elementales y en ellas el factor común es no desperdiciar el recurso natural.
Pero hay otras acciones que son de una magnitud mayor y que ahora podemos conocer gracias al alcance del internet. Una de ellas son las llamadas Ciudades Esponja, modelo que surgió en China y que tiene el objetivo de lograr que en el año 2030 el 80 por ciento de sus áreas urbanas absorba y reutilice al menos el 70 por ciento del agua de lluvia.
Se trata de una propuesta de infraestructura verde que funcione como una esponja, se mantenga la porosidad en las ciudades y el agua de lluvia no se vaya por los drenajes.
El autor del modelo es Kongjian Yu, arquitecto de paisajes quien ha recibido diversos galardones internacionales por su propuesta de espacios urbanos esponja que retienen y filtran en el suelo el agua de las lluvias para una eventual reutilización.
En 2023 recibió el premio internacional de Arquitectura Paisajista Oberlander, por este diseño que tiene el propósito de evitar las prevenciones urbanas y cuyo concepto ya fue adoptado como política nacional por China en el año 2013.
Sin duda el proyecto resulta interesante.
No se pierde nada escuchando a los expertos o en su caso analizar modelos y esquemas que son aplicados en otros espacios y que han comprobado su efectividad al momento de su aplicación.
Lo paradójico es que en el mes de noviembre del año 2019 este renombrado especialista estuvo en México exponiendo su proyecto en la Universidad Autónoma Metropolitana, pero no se hizo eco de sus planteamientos, cuatro años después enfrentamos la crisis del agua.
En su conferencia magistral dijo que nunca es demasiado tarde para crear una enorme imagen de infraestructura verde; se piensa en seguridad económica y militar pero no en la ecológica como la más importante para la sustentabilidad.
Hubiera sido importante haberle prestado más atención a su propuesta y conocerla con más detalle para tener una respuesta más al problema de la falta de agua que vivimos y padecemos en estos momentos.
@periodistamex