Ayer se conmemoraron 61 años del asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, ordenado por el dictador Rafael Leónidas Trujillo. Esta efeméride derivó en la declaración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, decretado por la Organización de las Naciones unidas en 1999.
Es un día para sensibilizar y denunciar la violencia contra las mujeres en el mundo.
En 1979, las Naciones Unidas consiguió la aprobación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
En 1981 se celebró en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres, en memoria de las hermanas Mirabal.
Sin embargo, “la violencia contra mujeres y niñas continuó (y continúa) siendo un grave problema a nivel mundial”, por lo que precisaba una normativa concreta en este aspecto.
Es por esto que la ONU también emitió en 1993 una resolución que incluye la emblemática “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”, sentando las bases para un futuro libre de violencia de género.
En México, 11 mujeres son asesinadas cada día; durante los últimos dos años, en cinco ocasiones se han registrado más de 90 feminicidios en un mes, siendo estas graves ocasiones, en diciembre de 2018, con 98 reportes; agosto y diciembre de 2019, con 93 y 91 casos respectivamente, y los meses de febrero y junio de 2020, cuando se reportaron 93 y 94 feminicidios respectivamente.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del INEGI, reveló que más de 66 por ciento de las mujeres encuestadas, mayores de 15 años, han enfrentado al menos un incidente de violencia en la vida.
Reveló que después del hogar, el segundo ámbito con más violencia son los espacios públicos, es decir, las calles, plazas, parques o el transporte público, sitios en donde 38.7 por ciento de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia, como intimidación, acoso, manoseo, abuso o violación.
En el ámbito laboral, el panorama también es alarmante. Tres de cada 10 mujeres han experimentado violencia sexual o discriminación por su sexo. La brecha salarial revela que las mujeres ganan 33 por ciento menos que los hombres por realizar el mismo trabajo.
En 2015, se declaró una Alerta por Violencia de Género en 11 municipios mexiquenses; cuatro años después, se declaró una segunda Alerta de Violencia de Género por desaparición de mujeres y niñas en siete municipios: Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Ixtapaluca y Valle de Chalco.
Es decir, que ocho municipios mexiquenses tienen una doble Alerta de Violencia de Género: Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca y Valle de Chalco.
Desafortunadamente, pese a todos los esfuerzos gubernamentales, las cosas no han cambiado mucho.
La lucha permanente de grupos colectivos para visibilizar el problema así lo evidencia.
Es un problema social que debe iniciar en los hogares, continuar en las escuelas y hacerse presente en todos los ámbitos de la vida nacional.
Es urgente que así suceda, de lo contrario los feminicidios irán al alza.
ASME
Deja una respuesta