Las tarifas de agua en México, algunas reflexiones

Las cuotas y tarifas que se establecen, aprueban y cobran por la prestación de los servicios de agua presentan una gran variedad de estructuras, segmentos, conceptos, rutas de autorización, políticas de apoyo y subsidios, formas de cálculo, hasta de calidad de transparencia en su difusión, ¿y por qué es así?, porque en México de acuerdo al Art. 115 de la Constitución, son los municipios los responsables de éste servicio público, y dada la diversidad de tamaño, capacidades institucionales, profesionalización y de aspectos sociales y culturales, es que existen al menos 2,500 formas de estructuras las tarifas que pagamos (mismo número de municipios en el país).

En un estudio comparativo de las tarifas en 2023, realizado en 30 ciudades de la República, se encuentra información interesante como las que mencionaremos a continuación:

  1. Las cuotas y tarifas nacionales, en conjunto, presentan un avance nominal en cuanto actualización tarifaria, sin embargo, mientras no exista un estudio de los costos por ciudad, no se podrá conocer la capacidad de cubrir sus costos de operación, mantenimiento, infraestructura, etc. Por ejemplo, en la tarifa del sector doméstico, de 2021 a 2023 la tarifa media nacional subió un 20.72%, que si tomamos en cuenta la inflación de los organismos operadores apenas estaría cubriendo este encarecimiento de los costos de operación.
  2. Las cuotas y tarifas presentadas, tienen un rendimiento financiero menor, al aplicar las pérdidas físicas y comerciales de cada ciudad, es decir debemos descontar los metros cúbicos (m3) que se pierden en la distribución, así como por los m3 que no se logran cobrar, lo que disminuye significativamente el cobro efectivo por m3, estaríamos hablando de un cobro efectivo cercano a los $7.00 por todos los m3 producidos.
  3. La diferencia entre la ciudad  con la tarifa más baja y la más alta es de cinco veces, en 2021 era de 6 veces. Es decir hay un avance en cuanto a la desigualdad entre tarifas de las ciudades del país.
  4. Por los costos promedio nacional, se deduce que la tarifa promedio nacional no cubre el costo promedio, que se estima supera por $22.00 por m3.
  5. Los usuarios comerciales e industriales siguen jugando un papel importante en los subsidios cruzados.
  6. Es necesario fortalecer los mecanismos para obtener información actualizada y confiable de los indicadores de eficiencia comercial y física.
  7. Existen múltiples formas de estructuras tarifarias, mucha información no es fácil de obtener y/o no es clara, lo que dificulta el conocimiento de parte del usuario de cómo se determina su tarifa.
  8. Siguen existiendo políticas de descuentos y apoyos generalizados que no han demostrado su efectividad, y los hacen regresivos, cuando éstos deberían ser personalizados, tampoco se señala en su legislación o normatividad que indique cómo se compensan dichos subsidios al prestador de servicios.
  9. Un porcentaje importante de ciudades cuentan con tarifas integradas que no resaltan la importancia del alcantarillado y saneamiento en el bienestar de la población, y tampoco reflejan los costos de estos servicios.
  10. Varias ciudades tienen muchas clasificaciones de usuarios, lo que puede dificultar su administración o la claridad de identificar estratos o zonas geográficas.
  11. No existe correlación entre el monto de las tarifas cobradas y la recaudación, la única correlación que se encuentra positiva es que a una mejor prestación de los servicios, mayor disponibilidad de la población a pagar.

Los dos municipios mexiquenses estudiados (Naucalpan y Toluca), están por encima de la media nacional, lo que indica un potencial de cubrir sus costos de operación, siempre y cuando la eficiencia sea la adecuada y se contabilice adecuadamente con macro y micro medición. Hay mucho por estudiar, analizar y discutir acerca de una política tarifaria adecuada y adaptada a cada situación social, económica y cultural, pero lo que debe ser nuestro primer punto de coincidencia es que un adecuado cobro de los servicios es un llamado a un uso responsable del agua.

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