Maestros de escuelas oficiales no se sienten seguros para regresar a dar clases pues consideran aún se encuentran en riesgo de contagio pese a la vacuna pero además pueden ser portadores para sus hijos o familia en general.
Janet Sánchez, maestra de una escuela primaria de Tenancingo, dijo entender cómo docente la necesidad y la importancia del regreso a clases presencial pero también, cómo madre y ser humano sabe que el riesgo es mayor pues está en juego la vida y la salud de mucha gente.
“Yo creo que aún no hay condiciones, ya hay un avance en vacunación pero eso no significa que no nos vamos a enfermar, además para los niños, por lo menos los pequeños, será difícil que pueden asistir pero no convivir, no tocarse, no jugar, no compartir”.
Limpieza a cargo de padres de familia
Explicó que el tema de limpieza también es complicado porque serán los padres de familia los que se encarguen de llevarlo a cabo y comprar los insumos necesarios para cumplir los protocolos porque en realidad las autoridades no surten o no lo suficiente y no todos están en condiciones de hacerlo.
Por su parte, Alejandra Jiménez, quien es docente en una escuela particular, considera que el riesgo se disminuye en estos espacios pues se tiene un mayor control y respeto de protocolos.
Aunque el miedo y la incertidumbre también la invaden, considera que son espacios más controlados por el número reducido de alumnos y eso permite que se pueda tener sana distancia. Pero también cerciorarse de que se cumplan los demás como uso de gel, toma de temperatura y cubrebocas.
“Claro que tenemos miedo, claro que quisiéramos seguir resguardados pero sabemos que la vida tiene que seguir. Lo importante es que todos estemos conscientes de que debemos hacer lo que nos toca, sobre todo porque está en juego nuestra salud y nuestra vida”.
ASME
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