Seguramente has visto a tu perro moverse raro, llorar o quejarse mientras duerme y te preguntas ¿Estará soñando? ¿Qué cosas soñara? ¿Lo despierto?. Pues al igual que los humanos, los perros sueñan.
Está científicamente comprobado que los perros necesitan dormir más que nosotros, aunque lo hagan de forma discontinua.
Durante las siestas de nuestras mascotas, su mente puede producir imágenes y revivir experiencias cuando entran en fase REM (Rapid Eye Movement), la fase profunda del sueño.
Sabemos que nuestra mascota se encuentra en una fase profunda del sueño porque mueve las patas, las orejas e incluso pone los ojos en blanco.
¿Cómo saber si mi perro tiene pesadillas?
Hay dos etapas del sueño que los perros experimentan:
Fase I
Lenta: Aparentemente está dormido, pero ante el menor estímulo externo abre los ojos.
Fase II
REM: El perro está verdaderamente descansando y relajado; es en esta fase en la que a veces el perro tiene pesadillas.
Los sueños de las mascotas tienen el mismo cometido que un humano
Fijan las experiencias y los aprendizajes que el perro vivió durante el día.
Es probable que sueñen con los paseos, con ciertos lugares, con juegos, con algún juguete nuevo, con otro perro que han conocido ese día.
Así como con algún suceso especial de su día, con alguna persona, con comida, etc.
¿Qué pasa cuando aparecen sucesos negativos?
Los recuerdos que no fueron placenteros, a veces puede materializarse en una pesadilla.
Tener pesadillas de forma puntual es normal, no te estreses.
Si tu mascota tiene pesadillas de forma recurrente, es probable que esté experimentando cierto estrés o negatividad en el estado de vigilia (cuando está despierto).
O bien puede que se encuentre en un lugar sin las condiciones adecuadas para dormir totalmente relajado.
¿Cómo saber si mi perro está teniendo una pesadilla?
El lenguaje corporal y los sonidos serán los indicadores del tipo de sueño que está teniendo.
Los movimientos suaves, sonidos agradables y leves sonrisas expresarán claramente que nuestro perro está cómodo y feliz; está teniendo un sueño placentero.
Sin embargo los movimientos bruscos, respiración exaltada, gemidos, lloriqueos y hasta ladridos expresarán que nuestro perro está incómodo y son indicadores de pesadillas.
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¿Cuáles son las causas de las pesadillas de un perro?
Al igual que nosotros, si nuestra mascota no descansa de forma correcta, la falta de sueño podría manifestarse afectándolo de forma física y psicológica.
Así que debemos cuidar el área de descanso de nuestro peludo:
- Elige una buena una cama para perros que le asegure el máximo confort posible
- Ubica un buen lugar o estancia donde duerma tranquilamente, sin ruidos ni zonas de paso.
Las causas de las pesadillas perrunas pueden ir desde el hecho de haber perdido su juguete preferido hasta tener una riña con otro perro.
Al igual que llevándose un buen susto (por petardos, tormentas, etc), haber sufrido estrés en manos de personas que no saben cómo tratar con perros o haber vivido un accidente con dolor físico incluido.
Por eso debemos afinar nuestra atención para detectar qué ocurre exactamente.
¿Qué hacer con las pesadillas de mi perro?
De acuerdo con el blog NobleCan, lo primero que debemos de hacer al verlo moverse de forma espasmódica y gimotear, es no concluir que está sufriendo.
A veces, los sueños más placenteros pueden verse desde fuera como pesadillas.
En caso de tener claro que está padeciendo una pesadilla, no debes despertarlo de forma brusca.
Aunque pueda ser nuestro primer impulso para ayudarle. Si lo haces (aunque sea con la mejor intención) se despertará asustado y podrías sobresaltarlo generándole más estrés.
Lo ideal es esperar a que se despierte solo, ya que afortunadamente las pesadillas no suelen durar mucho.
Si no, trata de despertarlo sin tocarlo, hablándole en tono suave y relajante.
Una vez se haya despertado, puedes acariciarlo para reconfortarlo.
Una vez que hemos despertado a nuestro perro, dejarle dormir de nuevo: necesita descansar y tranquilizarse después del sobresalto.
Ahora ya sabes que hacerla próxima vez que veas a tu lomito moverse mientras duerme.