“Pintar es como sacar eso que tienes dentro, eso que no puedes expresar con palabras para que otros te comprendan”, afirma Vianeliz, mientras da los últimos retoques a su primer mural, al que, asegura, seguirán muchos otros, con la guía de su madre.
Mujeres en el grafiti, por la paz e igualdad
Desde sus primeros años ha vivido entre aerosoles y muros, y ha visto cómo la comunidad de hermanas muralistas y grafiteras, dan vida y color a los grises muros de su municipio: Valle de Chalco.
Al igual que Zaira, su mamá, ésta adolescente mexiquense, quien cursa el tercer año de secundaria, incursionó en el grafiti a los 14 años y a su corta edad sueña con formas, colores y texturas; con mensajes de paz, igualdad y amor, pero también de protesta y enojo por la violencia, el machismo y la injusticia.
Su madre, Zaira ha sido su ejemplo de fuerza, dedicación y talento, pero, sobre todo, de persistencia.
“Mi mamá siempre ha grafiteado y desde que era muy pequeña me llevaba a ver cómo pintaba y era muy bonito porque las personas pasaban y se quedaban admirando su trabajo y pues a mí me inspiró”, compartió la joven.
Contra el menosprecio y la discriminación
Zaira Gómez Ontiveros, madre de Vianeliz, ha enfrentado por 18 años menosprecio, discriminación y prejuicios , incluso de algún sector de varones dedicados a esta actividad.
“En primer lugar el grafiti está muy estigmatizado, mucha gente piensa que quienes nos dedicamos a esto somos unos vagos, que no nos dedicamos a algo productivo, piensa que nada más salimos pintamos y ya, pero pues no es así, tenemos algo qué decir a la sociedad a través de la pintura”, aseveró la joven madre.
Zaira estudió artes visuales en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) lo cual dice, es parte de su lucha para reivindicar a las mujeres que deciden incursionar en el arte, como recién lo ha hecho su hija.
“La complicación para mujeres de mi edad, es el dinero, el tiempo, o sea no podemos dedicarnos al 100 por ciento, porque algunas somos mamás, porque se divide nuestra vida y siento que hay pocos espacios o reconocimiento para las mujeres dentro del grafiti, siento que hay muchas chicas con talento y están segregadas, esos son impedimentos sociales los que hacen que las mujeres no se dediquen al 100% al grafiti”, opinó.
Pese a ello, esta joven madre de familia, quien no sólo se ha encargado sola de la crianza y manutención de su hija sino que le ha dado un ejemplo de persistencia.
“Mi modo de ver al grafiti: es más por amor, por expresarme, por dar felicidad, me gusta que la gente pase y reciba un mensaje positivo (…) es lo que a mí me mueve a seguir y darle esto a la comunidad y que mi hija se interese en el arte me da mucho orgullo”, expresó.
Por la igualdad en el arte urbano
Como lo demostraron al mundo las artistas mexicanas Frida Kahlo, Leonora Carrington y María Izquierdo, Zaira cree firmemente en el talento de las mujeres, y su sueño es ver cómo cada una de sus hermanas grafiteras plasma sus ideas y deja huella de su creatividad y destreza en cada muro.
“Mi idea es ver a muchas mujeres realizándose, siendo felices al dar a conocer su arte; siento que es una puerta que se abre para que ellas sean vistas por gente que se interesó por su trabajo, por el grafiti”.
“Me gustaría mucho que pudieran conseguir un mejor empleo, que dejen cosas que no les gusta hacer y se dediquen de lleno a sus sueños, lamentablemente hoy no es posible hoy tienen que financiar sus aerosoles trabajando en otras actividades, si la mayoría de nosotras seguimos haciendo esto es autofinanciándonos”, lamentó.
Pero, alienta a sus hermanas del grafiti: “Me encantaría que muchas chicas que se dedican a esto tomen sus armas y lo practiquen”.