La señora Hermelinda García lleva la navidad, y la tradición, durante su andar por las calles de Toluca, donde se le ve caminar con varias flores nochebuena, símbolos de la época, que ella misma fabrica, y que considera poco valoradas.

Doña “Herme” cuando no está en el puesto de gorditas, donde le dieron trabajo dos semanas cada mes, recorre parte del primer cuadro de la capital mexiquense vendiendo sus piezas.

Es entre la calles de Carranza, Avenida Pino Suárez, Paseo Colón y Avenida Morelos, donde suele pasar más de cuatro horas caminando y batallando con el regateo.

“Yo no tengo un local, ni nada, no tengo dinero para eso, lo que hago es salir por cuatro o cinco horas, a veces hasta seis, las vendo en 25 pesos pero siempre las termino vendiendo a 20, porque la gente no las compra”.

“De repente me encuentro a gente que anda vendiendo sus artesanías y me dicen que todos estamos así, pero yo siento que esto lo valoran menos, yo siento que es por el material que lo ven muy simple, ahora si que es época de dar y de regatear”, señaló la artesana.

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Elaboración de artesanías para navidad

Previo a realizar su recorrido, son varias horas las que dedica en la elaboración de su artesanía, para la que realiza un diseño donde va uniendo cada elemento que conforma la planta artificial.

“Utilizo el papel metálico, el terciopelo y fieltro, también el papel crepé y como cartoncillo para las hojas, además de alambre para el tallo y la base”. 

“Sí se tarda uno sus cuatro horas, porque hay que cortar el modelo, forrarlo y luego pegarlas. Hay que preparar las semillas, las hojas por aparte y esperar a que se sequen, en este tiempo me voy haciendo como una o dos docenas”, apuntó la señora.

Su oficio, representa también una tradición familiar, pues señala que fue su padre quien le enseñó a realizarla.

“Yo desde niña, como a los 14 años, empecé a hacer la flor por la razón que mi papá sabía hacerlas y de ahí nos enseñamos todos sus hijos, algunos ya no la trabajan, pero yo si las hago trabajando”.

“Hago ahorita nochebuena por la temporada, pero también rosas, claveles, crisantemos, barita de durazno, alcatraces, hasta gladiolas”, comentó la artesana.

Especial

Orgullosa de su trabajo

Doña “Herme” dice sentirse orgullosa de sus flores, no solo por ser el legado de su padre, sino porque recuerda que con ellas pudo sacar adelante a sus hijos, en ocasiones, utilizándolas como moneda de cambio en el extinto tianguis del Mercado Juárez, donde llegó a realizar trueque por comida.

Platicó que mientras pueda, ella seguirá trabajando, y consideró que sus flores son una buena alternativa para las personas.

“A mi no me gusta pedirles a mis hijos, yo les he dicho, mientras pueda déjenme trabajar, ya cuando no pues vemos, gracias a Dios no me he enfermado, cuido mucho mis flores manteniéndolas limpias y se me hace curioso, porque luego mucha gente no quiere porque son artificiales”.

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“Pero estás florecitas así como las ve, te duran mucho, sino las aplastas ni nada solo les limpia el polvo y ahí las tiene otros años”, concluyó.

DMM