Los partidos políticos, como instituciones de interés público, tienen como objetivo primordial representar la aspiración ciudadana y convertirla en proyecto de Gobierno. Sin embargo, hay que reconocer que la percepción social sobre ellos no atraviesa su mejor momento. La propia Democracia en el mundo, como sistema político, sufre un deterioro visible, producto de la falta de respuestas contundentes a la demanda social que, dicho sea de paso, cada día es más crítica, y de las expectativas que sobre ese modelo se han volcado, en ocasiones atribuyéndole aspectos que no le corresponden en esencia.
Hoy observamos un escenario político en el que las ideologías se diluyen, los principios programáticos de las diversas opciones se confunden o se confrontan; ya sea por el pragmatismo o por los radicalismos. Conscientes de este nuevo tiempo, hemos alentado desde hace meses, un diálogo constructivo con los Partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Nueva Alianza, para acordar una agenda que tiene como meta fundamental cuidar y preservar lo mucho que se ha avanzado en el Estado de México, ciertos de que es importante seguir trabajando para desplegar todo el potencial de crecimiento de nuestro Estado y de su gente.
Resultado de estas reflexiones conjuntas, hemos concertado una plataforma común, donde profundizamos coincidencias a favor de los anhelos y expectativas de los amplios y representativos sectores de la Entidad. No nos mueve sólo un afán electoral; nos anima la idea de ofrecerle a la sociedad mexiquense una nueva alternativa política que trascienda esa arena.
No se trata de proponer una coalición que parta de la suma aritmética de los votos tradicionales de los partidos políticos aliados, sino de constituir un verdadero canal de interlocución social que materialice las aspiraciones, los deseos y las necesidades de una sociedad que no siempre milita en causas partidarias sino de diversa índole, tan plurales como ella misma. Nuestra perspectiva es más amplia y generosa; no de oportunismo coyuntural y menos aún de cesión de principios o legítimas convicciones.
Partimos de armonizar los temas sustantivos de la agenda social, económica y política, para generar oportunidades de desarrollo individual y colectivo para los mexiquenses. Por esta razón, la Coalición “Va por el Estado de México”, está muy por encima de los partidos que en lo individual la conforman, lejos de filias y fobias, construimos un Programa cuyo origen y destino es la persona y su familia.
Aspiramos a construir en los hechos una nueva Representación Ciudadana, una opción que legítimamente enarbole la causa comunitaria y a su vez sea el instrumento para cumplirle cabalmente a los ciudadanos. Sabedores que no tenemos el monopolio de la verdad absoluta, somos conscientes que en los prismas con los que observamos los fenómenos socioeconómicos y sociopolíticos, radica la riqueza estructural de la Coalición “Va por el Estado de México”.
Al mismo tiempo abriremos cauces de participación a la sociedad civil para recabar todas las aportaciones que contribuyan a delinear un Programa de Gobierno incluyente y democrático, que sea respuesta al reclamo legítimo de mujeres, hombres, adultos mayores, grupos vulnerables, niñas, niños, adolescentes y diversas expresiones del conglomerado social. Estamos seguros que contamos con el mejor perfil para lograrlo y para encabezar este esfuerzo de promover con valentía una gran Cruzada en Defensa del Estado de México.
Defender al Estado de México se traduce en una lucha frontal contra la pobreza, la marginación, la exclusión, la desigualdad y las inequidades. Quien abandere esta gran causa, debe pertenecer a una generación fraguada en el trabajo a ras de suelo, que haya pegado el oído a la tierra para interpretar el sentimiento popular; al tiempo de sintetizar formación y vocación en el servicio a los demás. Este tiempo reclama un liderazgo, que con visión y tolerancia incorpore a su base social de apoyo, nuevas expresiones que exigen con justicia, espacios de participación.
Los procesos electorales son el tiempo perfecto dentro de las democracias representativas para caminar de cerca con la sociedad y para profundizar en los retos que juntos se habrán de atender; es un tiempo que se tiene que utilizar con mucha humildad y gran inteligencia. Un tiempo de meditación social que permitirá a los ciudadanos valorar y contrastar perfiles. El reto de comandar el destino del Estado de México y de las familias mexiquenses requiere preparación, capacidad y experiencia. Es inevitable que esa decisión, que corresponde sólo a las y los mexiquenses, habrá de tomarse con gran responsabilidad. En la Coalición “Va por el Estado de México”, estamos listos para ello.